Agricultura 4.0

En el campo de la agricultura nos encontramos en un aprendizaje constante. Aprendemos para mejorar los procesos prácticos que se llevan a cabo durante el día a día. Pero también aprendemos para conocer conceptos nuevos e innovadores, que nos permiten adaptar el sector a los tiempos que se avecinan.

El crecimiento poblacional, los problemas de abastecimiento, los cambios en las condiciones climatológicas… son una gran lista de factores que nos empujan a hacer una previsión de evolución en el sector.

En las cumbres y reuniones donde se reúnen grandes expertos agronómicos, se presentan un infinito número de propuestas para hacer posible un avance.

Muchas de ellas son muy útiles y otras se quedarán por el camino, pero el secreto es no parar de plantear propuestas.

Todos coinciden en que es necesario que exista combinación de factores tecnológicos y humanos. La agricultura dará el salto que necesita gracias a esta combinación entre tecnología y humano.

Agricultura 4.0

De ahí la aparición del concepto: Agricultura,  4.0.

La agricultura 4.0 consiste en la aplicación de las nuevas tecnologías y de la digitalización de todos los procesos que conlleva el sector agrícola, es decir, una conversión de la cadena de montaje.

Como hemos comentado en otros artículos, el relevo generacional y los agromillenials, ya están presentes en el campo de batalla y se encargarán de que todo progreso adquiera un ritmo mucho más fluido.

Aunque muchas de las opciones parezcan obtenidas de una película de ciencia ficción, son mas lógicas y reales de lo que aparentan.

Incluir en las zonas de cultivo elementos de digitalización e inteligencia emocional,  es la clave para avanzar hacia la agricultura 4.0.

Elementos accesibles de digitalización de la agricultura

A continuación vamos a nombrar algunos de los elementos de digitalizacón más accesibles para comenzar la transformación:

• La utilización de Drones que permitan acceder a imágenes y tomas panorámicas de nuestros cultivos, enviándonos información sobre problemas de riego, afección de plagas, etc. nos puede ayudar a atajar de raíz problemas que tardaríamos meses en identificar.
• La adaptación de un sistema operativo o software que nos proporcione información sobre características climatológicas, aumentos de temperaturas, etc. Es clave para un mayor conocimiento de la cosecha y por tanto, un aumento en la producción.
• La automatización de los sistemas de riego nos permitirá controlar a distancia la cantidad de agua, los horarios de encendido y apagado y la solución de averías, que en otros casos generan grandes pérdidas.

¿Qué se pretende conseguir con todo esto? Mejorar la gestión del sector, ampliar la productividad y tener un mayor y mejor conocimiento de nuestros terrenos agrarios.

La cooperación entre la digitalización y el personal físico supone una amplia inversión monetaria pero a su vez nos aportará grandes beneficios.

Poder calcular la huella medioambiental y de carbono para poder minimizarla o realizar rápidos análisis de la calidad del agua o de la tierra que usamos, aumentará también el valor de nuestra marca.

Como suele ocurrir desde el principio de los tiempos, todos las aportaciones innovadoras generan una comunidad escéptica que no ven tan claro la implantación de esta serie de cambios, pero para velar por el mantenimiento del sector primario en nuestros tiempos hay que acercarlo a los elementos más actuales.

Aunque parezca lejano, se encuentra más cerca de lo que creemos.