NUEVA PLANTA EXPERIMENTAL DE DEPURACIÓN DE AGUAS ENERGÉTICAMENTE SOSTENIBLE
Esta semana se ha inaugurado en la depuradora de Rubí-Valldoreix (Barcelona) una planta experimental para confirmar que es posible depurar las aguas residuales urbanas produciendo energía, incluso más de la que se consume. En este proyecto europeo participan científicos de Universidad Autónoma de Barcelona.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y personal de la empresa DAM pondrán a punto una planta experimental en la estación de depuración de aguas residuales de Rubí-Valldoreix con el objetivo de que la depuración de aguas residuales genere más energía de la que consume. Este jueves se han inaugurado las instalaciones.
Coordinado por los profesores Julián Carrera, María Eugenia Suárez, Julio Pérez y Francisco Javier Lafuente del grupo GENOCOV del Departamento de Ingeniería Química, Biológica y Ambiental de la UAB y con la participación de Depuración de Aguas del Mediterráneo (DAM), la ACA y la Plataforma Tecnológica Europea para el Agua (WssTP), el proyecto SAVING-e del programa LIFE de la Unión Europea pretende comprobar que es posible depurar las aguas residuales urbanas generando energía. En concreto, el objetivo es que la planta produzca más energía de la que consume.
El sistema ya ha funcionado a escala de laboratorio, en las instalaciones de la Escuela de Ingeniería de la UAB, y ahora se pondrá a prueba a gran escala utilizando in situ las aguas de la depuradora de Rubí-Valldoreix. Este proyecto LIFE cuenta con un presupuesto total de 1.169.068 euros, del que la Unión Europea aporta el 58%.
El objetivo del proyecto es rediseñar radicalmente las plantas de tratamiento de aguas residuales para conseguir la producción de energía sin afectar su rendimiento de depuración o, incluso, mejorándolo. Las depuradoras actuales requieren, como mínimo, un consumo anual de energía de entre 8 y 15 kWh por habitante, para cumplir con las exigencias legales de descarga de efluentes, en términos de materia orgánica, nitrógeno y fósforo. Esto implica unas emisiones de gases de efecto invernadero considerables y un coste económico significativo.
Eliminar este coste implicaría un ahorro de entre 500 y 1.000 millones de euros al año para los países de la UE. La nueva depuradora utilizará toda la materia orgánica presente en el agua residual para producir biogás, un gas combustible formado fundamentalmente por metano y que se puede usar para obtener calor y electricidad. Por otra parte, el nitrógeno del agua residual se eliminará de manera autótrofa, es decir, sin necesidad de materia orgánica, mediante una nueva tecnología basada en dos etapas biológicas (un reactor aeróbico de nitritación parcial y un reactor anammox).
Tratar 3 metros cúbicos de agua residual urbana al día
La planta piloto tendrá un volumen total de 2 metros cúbicos y tratará 3 metros cúbicos al día de agua residual urbana. Comparado con los actuales sistemas de tratamiento de aguas residuales urbanas, los investigadores prevén, por un lado, reducir un 40% el consumo energético total, un 10% del vertido de compuestos de nitrógeno, y un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero y, por otra parte, aumentar un 50% la producción de biogás.
El primer paso, después de la inauguración, es la puesta en marcha de la planta piloto que se espera finalizar en el primer trimestre de 2017. Después, los investigadores esperan obtener los primeros resultados experimentales a finales del año 2017 y la validación definitiva a finales de 2018.
A la inauguración de la planta piloto ha asistido la rectora de la UAB, Margarita Arboix; el director general de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Jordi Agustí y Vergés; el concejal del Área de Desarrollo Económico Local del Ayuntamiento de Rubí, Rafael Güeto; el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Rubí, Moisés Rodríguez; el vicerrector de Proyectos Estratégicos e Innovación de la UAB, Francisco Javier Lafuente y los responsables de explotación e innovación de DAM, Jose Antonio Andreu, Elvira César y Laura Pastor.
El programa LIFE es el único instrumento de financiación de la Unión Europea dedicado exclusivamente al medio ambiente. El objetivo general hasta 2020 es contribuir al desarrollo sostenible y la consecución de los objetivos de la estrategia Europa 2020, así como las estrategias relevantes para el clima y el medio ambiente.