EL VINO “DESALCOHOLIZADO” DERRIBA FRONTERAS
Matarromera, Grupo Elivo o Industrias Artesanas Castillo son algunas empresas que han logrado abrir el camino en un segmento de negocio que tiene el reto de conquistar a nuevos consumidores, en un contexto de dificultades normativas e incluso éticas. Países árabes, africanos y asiáticos ofrecen oportunidades de negocio. Pero, ¿y en España?
El sector de las bebidas a base de vino desalcoholizado -la normativa española no permite la denominación “vino sin alcohol”- busca nuevas fronteras en destinos exteriores europeos, del sudeste asiático, Golfo Pérsico y norte de África, con especial atención al consumidor musulmán.
El sello Halal ayuda a las bodegas a abrirse paso entre los países que profesan este fe, aunque no siempre es suficiente ante la disparidad de criterios que se utilizan en unos y otros para autorizar el producto ya que, en algunos casos y pese a estar desalcoholizado, el vino sigue considerándose “un pecado”.
Matarromera, Grupo Elivo o Industrias Artesanas Castillo son algunos ejemplos de las pocas empresas españolas que han logrado abrir el camino en un segmento de negocio que tiene el reto de llegar hasta nuevos consumidores, en un contexto de dificultades normativas o legislativas e incluso éticas. Y de dura competencia.
El director de Operaciones de Grupo Matarromera, Julio Pinto, afirma que en 2008 fueron pioneros en la comercialización de este tipo de vino (EminaZero).
Desde entonces, se han beneficiado de fuertes incrementos de las ventas de entre el 10 y el 20 % anual pero, frente a lo que pudiera parecer, el mercado “se está desarrollando lentamente”.
“En vino 0,5 y 0.0 tenemos una cuota del 50 % en España, pero las ventas son discretas, menos de 200.000 botellas”, por lo que el mercado nacional, en líneas globales, es todavía “pequeño”, detalla. Mientras tanto, el avance en Europea es “creciente, pero limitado”, en parte por la ausencia de un marco normativo estable.
Según señala Pinto, ni en España ni a nivel de la Unión Europea –Italia ”bloquea” que pueda avanzarse en esta línea- existe una legislación específica para el vino sin alcohol, aunque sí se han desarrollado normas en algunos países “que están haciendo la guerra por su cuenta”, como Alemania, Austria, Suecia y Portugal.
Así, por ejemplo, Matarromera ha detectado la competencia de vino sin alcohol -con esta denominación- de Australia, comercializado en algunos países nórdicos, lo que ejerce una competencia desleal.
Preguntado por los mejores mercados para este tipo de vinos de Matarromera, el director de Operaciones, destaca a Suecia, Finlandia, Reino Unido, Holanda, Rusia, Polonia, Chequia, Eslovaquia o países bálticos.
También “nos va muy bien” en países árabes -moderados en lo religioso- donde utilizan algún tipo de certificación Halal. Sus vinos desalcoholizados pueden encontrarse “en una treintena de países”, incluidos Kuwait, Emiratos Árabes, Ghana, Nigeria o China, aunque no siempre es fácil levantar barreras comerciales.
“Hay lugares donde llevamos dos años con papeleo y todavía no hemos empezado a vender”, en referencia a ciertos países musulmanes más estrictos, ya que las autorizaciones deben pasar no sólo por evaluaciones técnicas sino también por un comité “ético-religioso”.
En declaraciones a Efeagro, el gerente de Grupo Elivo, Ramón Blanco, destaca el enorme potencial de este sector que, en su opinión, experimentará un “boom” durante los próximos años.
Blanco augura que las grandes bodegas españolas se irán introduciendo en este nuevo nicho de negocio, dado el gran recorrido que tiene el producto en los países del sudeste asiático, el Golfo Pérsico y el norte de África, aunque en dura competencia con Sudáfrica, Alemania o EEUU, donde también se fabrican. A juicio de Blanco, el vino sin alcohol replicará el éxito de la cerveza sin alcohol, al menos fuera de España.
Grupo Elivo, que comercializa este producto tanto a granel como embotellado -con marca propia o de clientes-, ya obtiene una cifra de negocios de 3,5 millones de euros, destaca su responsable. El 60 % de su mercado depende de la exportación, donde el sello “halal” para la comunidad islámica les ha abierto algunas puertas.
Actualmente sus vinos sin alcohol no sólo llegan a Alemania, Polonia o Reino Unido, sino que también son comprados por clientes en Malasia, Indonesia, Bahrein, Dubai, Kuwait o Marruecos.
La cordobesa Industrias Artesanas Castillo (“Castillo de Moriles”) -que también fabrica vinagres y cremas- tiene a sus principales clientes en España, que absorbe toda la producción de su referencia “Pedro Ximénez (PX) 0.0″, unas 5.000 ó 6.000 botellas anuales, explican a Efeagro responsables de esta compañía.
Actualmente, según añade la misma fuente, estudian oportunidades para iniciar la exportación de cara al 2016; sondean Alemania, Austria, Francia, Italia, Reino Unido y países árabes.
FUENTE: http://www.efeagro.com/noticia/el-vino-desalcoholizado-derriba-fronteras/