El inicio del control de plagas
En la actualidad, el control de plagas puede ser tan fácil como comprar un producto y seguir las instrucciones de uso, pero hubo un momento de la historia donde la imaginación tuvo que hacer grandes méritos para realizar esta hazaña.
La historia del control de plagas
Hace bastantes décadas, las diferentes comunidades y pueblos recurrían a los sistemas más curiosos para mantener a salvo sus cultivos. Probablemente en ese momento la agricultura era la principal fuente de ingresos de las familias.
Está claro que todas las opciones viables provenían del medio natural, ya que se solía recurrir al entorno más cercano y asequible para buscar soluciones.
Desde grasa o pelo animal hasta jabón casero o aceites, pero sin duda la más efectiva era introducir en el ecosistema una especie que erradicara la plaga con su ciclo natural de vida.
Pudo parecer el pesticida más natural que pudiera existir, hasta que muchos cultivos se vieron afectados por especies invasoras que creaban un problema mayor que la aparente solución.
Otras prácticas clásicas de control de plagas
También se optó por prácticas agrícolas de carácter preventivo, cómo fue la adaptación de determinados tipos de cultivo a algunas épocas del año donde muchas plagas no proliferaban. De esta manera el proceso de exterminación no era necesario.
Necesidad de una solución más rápida y drástica
Pasado el tiempo con a la masificación de las grandes ciudades, los sistemas de aguas residuales y a las epidemias que atacaban continuamente a la población, era de esperar que la expansión de plagas empezara a estar fuera de control.
Fue ahí cuando hubo que buscar una solución mucho más rápida y drástica. La población crecía y demandaba una gran cantidad de productos que exigían una producción más y más rápida, sin que hubiera lugar a “visitantes inesperados”.
Recurrir a pesticidas químicos fue una acción inevitable.
Poco a poco comenzó a valorarse que estos agentes contaminantes no solo afectaban a los cultivos y a las plagas, sino también a los humanos.
Como se suele decir “más vale tarde que nunca”, el sector primario comenzó a echar la vista atrás volviendo a implantar muchas de las prácticas que fueron aceptadas en sus inicios y ya estaban en desuso.
Vuelta a los inicios del control de plagas
Tanto en la agricultura, en la ganadería y en la pesca, retomar antiguas costumbres y realizar acciones más responsables con el medio ambiente para minimizar la huella ecológica es en estos días, el nuevo propósito.
La eliminación de plagas con productos fitosanitarios no contaminantes es un aliciente para conocer y apreciar la ecología del entorno.
Ese es el camino adecuado hacía una producción más natural.