CÁLCULO DEL RIEGO CON PRECISIÓN
Poco a poco la agricultura se va convirtiendo en una ciencia. No es tan exacta como otras ramas en las que predominan las cantidades exactas (aquí se puede jugar con muchas variables) pero poco a poco se están unificando muchos conceptos. Uno de las fórmulas más interesantes a la hora de conseguir el máximo rendimiento del cultivo con el máximo ahorro económico es conocer las necesidades netas de riego. ¿Quieres saber cómo?
Cuando la tierra se ve más o menos seca se añade agua hasta que vemos que la tierra llega a un punto en el que no traga más, justo antes de su encharcamiento. O bien añadimos agua hasta que creemos que es suficiente. Esta técnica no es perfecta pero funciona, y lo puede decir cualquiera de nuestros lectores que seguramente tendrán a estas alturas del verano, grandes plantas de pimiento, tomate y lo que se precie por esta época. ¿Acaso es mentira?
Pero bueno, no acaba aquí todo. Existen manera más técnicas de saber la cantidad de riego exacta que necesita un cultivo. Podéis pensar que no tiene mucho sentido a la hora de establecer un huerto pequeño o familiar, y no vamos a mentiros, es verdad. Pero cuando se tienen grandes parcelas de cultivo, grandes huertos, grandes extensiones de frutales, o no se tiene alcance a grandes cantidades de agua para regar, cada gota cuenta (como diría el anuncio publicitario de ahorro de agua).
Como hicimos con el cálculo de riego del pimiento, el tomate, la berenjena y el calabacín, lo que pretendemos es establecer una guía básica para guiarnos con las cantidades diarias de agua que demanda el cultivo, dependiendo del cuál sea, y teniendo presente variables como el lugar donde nos encontramos y la fecha en la que nos encontramos, ya que, como parece lógico, no se demandan las mismas necesidades hídricas en invierno que en verano.
El estudio de la demanda hídrica de los cultivos
Aquí es importante tener claro un concepto, la evapotranspiración. Explicado de forma corriente, la evapotranspiración es la cantidad de agua que pierde una planta o cultivo ya sea por evaporación directa o por transpiración. Es decir, son las cantidades de agua que nuestras plantas necesitan recuperar para seguir creciendo sin problemas.
Como están involucradas muchísimas variables, lo que se hace es comparar la evapotranspiración de un cultivo de referencia del que se conocen muchísimos datos con nuestro cultivo, de forma que aplicamos un coeficiente de corrección dependiendo de la especie que sea. No es lo mismo un olivo que un granado ¿verdad?
Toda esta parafernalia se resumen en una simple y llana fórmula:
El método de Penman-Monteith
Aquí se complica bastante cuando vemos que para calcular la evapotranspiración necesitamos resolver una fórmula que se hace difícil de digerir. Aunque aquí el problema principal radique sobre todo en la obtención de todos estos datos:
En este momento nos replanteamos cerrar Agromática y seguir regando como siempre, pero gracias a los sistemas informáticos nos podemos olvidar de esta fórmula anterior…¡por el momento!
El Ministerio de Agricultura de España, ofrece una gran herramienta (SIAR) para conocer la evapotranspiración de un determinado cultivo, en una determinada zona y, cómo no, en un determinado tiempo. Para los despistados decir que tenéis el enlace atrás insertado en la frase ;). No hace falta explicar cómo se utiliza, es muy interactiva.
Aclaración, los mm y los litros
Cualquiera podría decir que los milímetros (mm) miden distancias y los litros (L) cantidades y no se pueden relacionar. Pero no es así, ya que los mm son un gran instrumento para medir las precipitaciones y seguramente te sonará cuando oyes en la radio o televisión que ha caído 100 mm de agua. Esto quiere decir que en una superficie de 1 metro cuadrado, si hubiese un contenedor con esas medidas, el agua de la lluvia llegaría hasta los 100 mm de altura, es decir, 10 cm. Y pasándolo a volumen, 10 centímetros de altura de agua son 100 Litros. Imagina un depósito de 1 metro de altura y 1 metro cada lado, si lo llenases de agua tendría 1.000 mm de altura de agua, o lo que es lo mismo 1.000 litros.
En este caso nos da Kc o el coeficiente de cultivo, Eto como la evapotranspiración de referencia tal y como se ha comentado en el intento de explicación de la primera fórmula, Etc es la evapotranspiración del cultivo, y Pe es la precipitación, de forma que se restan entre ellas, ya que la precipitación se considera como ganancia de agua. Lo que hay que comprobar es la última columna donde dice Etc-Pe, que es el resultado de lo que tenemos que regar. 3,00 mm equivaldría a 3 litros por metro cuadrado. Aquí tenéis que ver el marco de plantación del cultivo, ya que si entran 3 plantas en ese metro cuadrado tendríais que regar ese día con 1 litro a cada una. ¿Interesante verdad?
Ya sólo os queda buscar vuestra zona y el cultivo del que pretendéis informaros ¡y sacar conclusiones! Puede ser que no lo encontréis dentro de vuestra zona porque quizá no sea lo típico, pero tenéis muchas más herramientas por la web, como la del SIAM.