Alternativas para el control biológico de los cigarrones en El Hierro

Alternativas para el control biológico de los cigarrones en El Hierro

Las plagas son aquellos habitantes impredecibles que aparecen para arruinar cultivos y tirar por la borda todo el esfuerzo realizado por el agricultor.

Para acabar con su proliferación, es necesario tener en cuenta los efectos nocivos que genera la aplicación de pesticidas en el entorno, aunque en muchas ocasiones sean valorados como la única solución viable.

Para atacar a este mal, se realizan constantemente diversos estudios donde se descubren nuevas prácticas. Estas investigaciones incluyen desde las épocas del desarrollo del embrión hasta las zonas más idóneas para la eclosión de los mismos.

En el caso concreto de la Langosta Africana existen datos que indican que es una de las plagas más habituales en diferentes zonas del territorio español, por ese motivo se trabaja específicamente para su control.

Esta estructura ha ido evolucionando con el paso de los años, comenzando como era habitual con la aplicación del uso de los plaguicidas mas extremos y peligrosos. Por ello, el sector ha continuado explorando un mundo de alternativas más conscientes con el medio ambiente.

También se ha tenido en cuenta el periodo en el que se aplican, desde las temperaturas y el clima hasta los momentos de desarrollo y crecimiento de la especie.

En la Comunidad de Extremadura se han puesto en marcha muchas de las prácticas más actuales, ya que es una de las regiones más afectadas por esta especie, junto con la Isla del Hierro.

Concretamente, es allí donde existen poblaciones nativas de la gran depredadora de cultivos: D.Maroccannus, llamada de forma común por los agricultores de la zona, Cigarrón.

Los lugares elegidos por los cigarrones para reproducirse suelen ser zonas de cultivo abandonadas o en desuso. Es allí el mejor lugar para poner sus huevos, de ahí que una de las soluciones más efectivas propuesta por el Cabildo del Hierro para combatirlo sea modificar este tipo de tierras para que el cigarrón no llegue a evolucionar y desplazarse.

Se trata de construir barreras vegetales, plantando árboles como pueden ser Nogales, Hayas y Tagasastes.

Estas acciones realizadas en conjunto con la Consejería de Agricultura de las Islas Canarias y el Ministerio de Agricultura del Estado, disponen de un presupuesto para la puesta en práctica de las mismas.

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