Volvemos al origen. Cultivos de Km 0
Vivir en la era de la información tiene como ventaja dar visibilidad a cuestiones de lo más
variadas. Una de las más actuales está relacionada con mejorar nuestra calidad de vida desde la
alimentación y hábitos de consumo.
Esto muestra una nueva tendencia donde la agricultura tradicional pasa a ser la GRAN
protagonista. Tanto si eres consumidor como si dispones de una extensión agraria dedicada a
la agricultura, confiamos en que este tema te interesa.
– Como agricultor, alcanzar la eficiencia productiva en pequeños terrenos que no se
dedican a la actividad de forma masiva es un fenómeno más complejo de lo que parece.
Tiene que existir previamente una toma de decisiones para poder generar cambio.
Enfocar la meta hacía un proceso más respetuoso con el medio ambiente es un buen comienzo.
Para ello es de gran interés contar con los conocimientos de un ingeniero agrónomo que
establezca las pautas más acertadas generando el mínimo impacto en aspectos técnicos, de
riesgos laborales , biológicos, …sin olvidar los económicos, claro.
En cuanto a minimizar la huella ecológica, tenemos que resaltar de manera obligada la
importancia del buen uso de los productos fitosanitarios. A su vez, cada cultivo tiene sus
propios fertilizantes y abonos orgánicos especializados.
Por ese motivo los fabricantes se encuentran en una formación continua sobre la composición y
utilización de sus productos, evolucionando así mucho más de lo que pensamos.
No es solo improvisar, si no contar con una atención técnica y personalizada para obtener el
máximo rendimiento a cada tipo de suelo y condiciones climatológicas.
– Por parte del consumidor, también se producen cambios relevantes.
Todo lo nombrado anteriormente genera un aumento de los costes en el consumo, sí, pero ¿a
qué precio? Lo que compramos es de km O, distribuido a pequeña escala, respetando los
procesos de maduración, seleccionado a mano y una lista infinita de virtudes hará que sea
rentable por ambas partes.
En resumen, podemos decir que vale la pena el esfuerzo y tiempo dedicado por parte
de los agricultores y expertos en este tema. A parte de añadir valor al sector de la agricultura y
a las técnicas utilizadas, también se eleva la ética y el respeto por las tradiciones.
Volvemos al origen.