UNA INVESTIGACIÓN ANALIZARÁ CÓMO PREVENIR Y TRATAR PLAGAS DE LANGOSTA MARROQUÍ
El Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) liderará un proyecto de investigación que analizará cómo prevenir y tratar plagas de langosta marroquí (Dociostaurus maroccanus), que afecta a siete comunidades autónomas, entre ellas Canarias.
El proyecto de investigación del IREC, centro de investigación multidisciplinar dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC),la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, ha sido seleccionado para ser financiado por el Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación Orientada a los Retos de la Sociedad.
Bajo el nombre ‘Dididilama’, la investigación se centrará en analizar la dispersión, la dinámica poblacional y la distribución de las poblaciones de langosta marroquí y las especies asociadas en España y su relación con el manejo de la plaga.
La justificación de este proyecto se basa en que una de las plagas catalogadas de mayor importancia histórica en España ha sido, y aún es en algunas zonas, la langosta marroquí.
El tratamiento de estas plagas agrícolas actualmente plantea problemas de gestión y de costes que, además, ocasiona efectos colaterales, han indicado a Efe los investigadores principales del proyecto, Pedro Javier Cordero y José Miguel Aparicio.
Estos efectos colaterales pueden afectar a la biodiversidad y a la inocuidad para el consumo de las producciones agrícola-ganaderas.
En España, han advertido los investigadores, existen varios núcleos endémicos de plaga de langosta marroquí separados geográficamente entre sí en Extremadura, Castilla-León, Aragón, Castilla-La Mancha, Murcia, Andalucía y Canarias, en los que tradicionalmente se han hecho tratamientos con insecticidas durante décadas, y actualmente casi de forma preventiva y sistemática.
Este proyecto plantea dos aspectos poco o nada tratados en relación a la langosta marroquí.
Por un lado, la necesidad de conocer su capacidad dispersiva entre áreas langosteras a fin de tener una visión lo más clara posible de cara a su manejo y prevención, tema sobre el que hay mucha información controvertida y poco demostrada.
En segundo lugar, dilucidar el impacto de los tratamientos sobre la biodiversidad estudiando las repercusiones de las campañas de control contra la langosta en parcelas control y experimentales.
En relación al primer grupo de objetivos y desde una perspectiva genómica poblacional, los investigadores han mostrado su interés por estudiar la variabilidad alélica como sustitutivo al marcaje físico de los individuos a fin de revelar el flujo génico interpoblacional y deducir las tasas de migración y por tanto la capacidad colonizadora y dispersante de los enjambres.
Esto les permitiría predecir la posible interdependencia de los enjambres de las distintas regiones langosteras y su posible relación con poblaciones en fase solitaria que también serían analizadas.
En relación al segundo grupo de objetivos, los investigadores pretenden saber cuál es la repercusión de los tratamientos sobre la biodiversidad, tanto de forma inmediata como a largo plazo, analizando la biodiversidad en parcelas tratadas y controles, y también, en relación a los tratamientos históricos conocidos.
Asimismo realizarán un mapa de la distribución de la especie incluyendo poblaciones antiguas y actuales y su relación con el entorno, viendo el cambio habido en ‘presencia-ausencia’ y la importancia que puedan tener las poblaciones solitarias como generadoras de plagas futuras y el posible devenir futuro de esta especie.
Los resultados de su investigación, han señalado, “pueden orientarnos a un mejor manejo y tratamiento en y entre grandes áreas langosteras próximas, sobre la importancia de las poblaciones en fase solitaria y sobre la necesidad y eficacia de los tratamientos, balanceando costes y beneficios, en el control de los mismos, según los efectos colaterales sobre la biodiversidad de las áreas tratadas”.