QUINCE CABRAS SUELTAS CAUSAN DAÑOS EN CULTIVOS

Quince cabras causaron estragos entre las vides, higueras, perales e incluso el camuesero de El Majuelo, ubicado en Valle de Santa Inés, dentro del municipio de Betancuria.

Los dueños de la finca denunciaron ante las autoridades locales este hecho, que, aunque recurrente, sigue devastando los cultivos frutales, producto de años de cuidados y riego.

Aunque el mancomún de Betancuria no está lejos de las gavias de El Majuelo, este no fue un caso de ganado de costa. La misma devastación se siente en propiedades en Campo Viejo, Virama y otros lugares del municipio.

La proliferación de cabras descontroladas no es exclusiva de Betancuria, sino que afecta a toda Fuerteventura, donde tener frutales u otros cultivos atrae la voracidad de estos animales. La agricultura y la flora en general están en constante conflicto con los animales sueltos, incluso en áreas protegidas como el pico de la Zarza, en el macizo de Jandía, y en el Parque Natural de Pájara, donde los restos de una valla apenas protegen la flora endémica.

Los propietarios de las fincas, ya sean cabras sueltas o de costa, instan a que se cumplan las ordenanzas municipales que regulan el ganado incontrolado, las cuales prevén multas para los dueños de los animales. Estas normativas incluso establecen la organización de apañadas para capturar a las cabras que invaden terrenos ajenos.

Aunque las cabras evitaron los almendros en El Majuelo, esto no brinda consuelo. Incluso las tuneras fueron atacadas por estos animales.