Los sistemas de riego y la tecnología
¿Cómo aplicar la tecnología a los sistemas de riego?
El agua es uno de los bienes más escasos que existen en el planeta y por tanto de los más difíciles de gestionar. El calentamiento global agrava la situación y las consecuencias son entre otras, el aumento de las zonas de sequía. Como trabajadores del sector primario esto nos conduce a un serio planteamiento de optimización de bienes naturales.
La importancia del agua
Sin los recursos hídricos adecuados, no sería posible el mantenimiento de los cultivos agrícolas, por este motivo los propietarios de las explotaciones recurren a empresas especializadas o asesoramientos de ingeniería agronómica para elegir el sistema que más se adapte a sus necesidades.
Sistemas de riego de calidad: Qué tener en cuenta
Una base para cualquier cultivo es la instalación de un sistema de riego de calidad. Para valorar el más idóneo que se adapte a nosotros, es necesario tener en cuenta diferentes aspectos:
- La geolocalización,
- las condiciones del clima,
- los índices fluviales,
- los medios de almacenamiento de los que se dispongan.
A parte, aportar rentabilidad para que la finca produzca los beneficios esperados, claro.
Avances tecnológicos para optimizar los recursos hídricos
Pero yendo un paso más allá, ¿se pueden aplicar los avances tecnológicos más actuales en la optimización de los recursos hídricos? ¿Cuáles son los más adecuados?
Se están desarrollando ya dispositivos que identifican las necesidades de riego que demanda una zona de cultivo en particular hasta programar el aumento o disminución del mismo según la temperatura ambiente.
La idea de controlar estos dispositivos desde una vivienda sin necesidad de encontrarse de manera presencial en el lugar, facilita la realización del trabajo. Además, se han desarrollado tecnologías que posibilitan la implantación de controles termodinámicos, alarmas inteligentes en caso de averías, etc.
Proyecto agronómico para optimizar los recursos
Una opción interesante a la hora de realizar un proyecto agronómico de adaptación de un territorio para cultivar en él, es el cambio en la orientación y distribución de la finca para poder optimizar los recursos comentados.
Hoy en día podemos acceder a un sinfín de datos que nos pueden facilitar la información necesaria del terreno para realizar una obra con tales características.
Lo que está claro es que desde del riego por goteo en 1930, la situación tanto en el sector agrícola como en el ganadero ha sufrido una infinidad de cambios y es hora de adaptar las nuevas tecnologías para su beneficio. La UNESCO ha generado un documento donde plantea soluciones basadas en la naturaleza, para la gestión del agua donde se producen tomas de decisiones para abordar las cuestiones planteadas.