Los cultivos mixtos de cereales y leguminosas ayudan a mitigar el cambio climático
Los cultivos mixtos captan mucho más CO2 que los monocultivos, así que pueden ayudar en mayor medida a mitigar el cambio climático. Es la principal conclusión de una investigación realizada durante siete años en un sistema forrajero de gestión intensiva de la comarca leridana de Solsonés, en los Pirineos. Los científicos realizaron numerosas pruebas en busca de la combinación perfecta: producción elevada y mayor capacidad de absorber CO2 de la atmósfera. El resultado: los cultivos mixtos de cereales y leguminosas incrementan tanto la productividad como la asimilación neta de CO2, si se compara con monocultivos de cereal.
Los sistemas forrajeros, incluidos los cultivos de forraje anuales y perennes, junto con los pastos intensivos y extensivos, son el principal uso del suelo a nivel global, cubriendo aproximadamente el 30% de la superficie terrestre, y representando el 80% de las tierras agrícolas.
Proporcionan, además, recursos esenciales para la alimentación animal. Evaluar la influencia de las especies de cultivos forrajeros anuales en el intercambio neto de CO2 del ecosistema es clave para desarrollar estrategias de gestión que ayuden a mitigar el cambio climático, al tiempo que se optimiza la productividad de estos sistemas.
Ese fue el punto de partida del estudio, publicado en ‘Field Crops Research’. Hasta ahora se sabía poco sobre el efecto de las especies de cultivos forrajeros anuales en los flujos de intercambio de CO2, considerando por separado los balances netos de CO2 durante los períodos de crecimiento y barbecho, y las respuestas ecofisiológicas de las especies.
Los cultivos mixtos ‘secuestran’ más CO2
Este nuevo estudio evaluó la influencia de los monocultivos de cereales frente a las mezclas de cereales y leguminosas en el ‘secuestro’ de CO2 para toda la temporada de cultivo y por separado para los dos períodos de crecimiento y barbecho. También analizó las sensibilidades potenciales del intercambio de CO2 relacionadas con variaciones a corto plazo en la luz, la temperatura y el contenido de agua del suelo.
La investigación proporciona pruebas sólidas de que las mezclas de cereales y leguminosas conducen a una mayor absorción neta de CO2 que los monocultivos de cereales, mientras que los flujos respiratorios (absorción de oxígeno) no aumentaron significativamente.
Además, los cultivos mixtos favorecieron un mayor rebrote espontáneo durante el período de barbecho, lo que fue decisivo para el CO2 neto absorbido durante toda la temporada de cultivo. En general, las mezclas de cereales y leguminosas no solo mejoraron la capacidad neta de captación de CO2 del cultivo forrajero, sino que aseguraron la productividad y la calidad del forraje.
El estudio fue realizado por un equipo investigador del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), la Universidad de Lleida (UdL), el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales(CREAF) y el Instituto de Ciencias Agrícolas (ETH) de Zúrich.
“Conocer cuál es papel de las especies y las combinaciones de especies de cultivos forrajeros sobre el balance de CO2 es esencial para desarrollar estrategias de gestión del territorio que puedan mitigar el cambio climático a la vez que se optimiza la productividad”, señaló Ángela Ribas, investigadora del CREAF y profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
Avena y veza, la mejor mezcla
El artículo recoge siete años de datos de flujos de CO2 en un sistema en el que se combina el cultivo de forrajes y cereal con el pastoreo directo de ganado de carne después de la cosecha (período de barbecho).
Ya en el periodo de crecimiento, las mezclas de cereales y leguminosas mostraron una captación neta de CO2 más alta que el monocultivo. La mezcla entre avena y veza fue la de más alta captación neta entre las mezclas analizadas. El monocultivo de cereal que mostró una captación más alta fue el triticale (híbrido entre trigo y centeno).
En el período de barbecho, el rebrote espontáneo de las especies sembradas fue más marcado para las mezclas de cereales y leguminosas que para los monocultivos de cereales. Esto provocó una mayor captación neta de CO2 después de la cosecha, que fue especialmente fuerte en la mezcla de triticale, avena y veza, y en la mezcla de avena y veza.
Los monocultivos de cereales, por el contrario, no mostraron generalmente este rebrote durante el período de barbecho y la capacidad de captación de CO2 bruta y neta del sistema disminuyó drásticamente.
Menos emisiones de gases de efecto invernadero
Los resultados de la investigación, desarrollada en el marco del proyecto ‘FARRATGEM’, coordinado por la UdL y la CTFC no dejan lugar a dudas: “Las mezclas de cereales y leguminosas brindan enormes oportunidades para mitigar el cambio climático”, al reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Además, mejoran la fertilidad del suelo y permiten incrementar la eficiencia en el uso del agua.
“Las mezclas garantizan la rentabilidad y la sostenibilidad de las explotaciones forrajeras puesto que la productividad se ve claramente favorecida en comparación con los monocultivos, reduciendo los impactos negativos sobre el medio ambiente”, indicaron los investigadores.
La mezcla de especies perfecta, según estas conclusiones, sería la que combine varios rasgos funcionales, con diferentes formas de hojas, raíces, captación de los recursos, etcétera. “Es ideal combinar leguminosas y cereales: las primeras captan el nitrógeno atmosférico, y los según son buenos competidores por la luz”, concluyeron.
Informe de referencia: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0378429021002082
Web del proyecto FARRATGEM: https://farratgem.ecofun.ctfc.cat/
FUENTE: Los cultivos mixtos de cereales y leguminosas ayudan a mitigar el cambio climático (Verde y Azul)
Autor: Ramón Díaz
Etiqueta:cambio climático, cereales, cultivos, leguminosas