“LO ECOLÓGICO NO ES LA SOLUCIÓN TOTAL, LO TRANSGÉNICO TAMPOCO”

En unos años habrá que alimentar a mucha más población con la misma o menor superficie. ¿Habrá que inventar una nueva agricultura?
Lo que habrá que hacer es mejorar la actual. Vamos por el buen camino porque se ve que la producción agraria aumenta año a año, pero tiene que seguir incrementándose y eso es cada vez más difícil. Tenemos que buscar nuevas soluciones que nos permitan continuar el camino que hemos llevado en los últimos 30 o 40 años.

¿La biotecnología es una solución a este reto o hay que volver a técnicas más tradicionales?
El futuro tendrá que tener ingredientes de todas las soluciones, habrá ingredientes de biotecnología, habrá mejor explotación de nuestros recursos naturales y una agricultura ecológica más eficiente y más productiva que la actual, que requiere todavía muchos recursos de tierra para poder producir alimentos en ecológico.

Se queja a menudo de la carencia de inversión en investigación. ¿Es por falta de voluntad política o de interés del sector?
Es un problema general que nos ha traído la crisis. El sector de la investigación ha sufrido una de sus peores crisis desde los años 80 y lo ha sufrido en silencio, ha habido unos recortes muy importantes que luego no se han recuperado y este es un sistema en el que la inversión es lenta y los retornos se obtienen a largo plazo. Si uno para de invertir los efectos se ven años después. El principal efecto sobre el que hay que llamar la atención es la incapacidad para que retornen nuestros jóvenes desde el extranjero donde tenemos un número excesivo, porque es bueno que viajen pero es deseable que puedan volver. Y ahora no pueden.

¿La falta de investigación es más preocupante en agricultura?
La agricultura es un sector muy importante en España, es un sector incluso ligado al turismo, de gran relevancia para la economía española, puesto que producimos alimentos. Es un sector estratégico por lo que todas las administraciones y también el sector privado deberían invertir para asegurar su competitividad y no lo están haciéndolo suficientemente.

Usted dice que la investigación en España tendría que ser más arriesgada. ¿Qué quiere decir?
Que parte del colectivo de investigación se encuentra trabajando en temas que no son los desafíos más importantes de nuestra agricultura. Para resolver esos desafíos hay que hacer una investigación que corra el riesgo de no dar resultados. Eso es lo que quiero decir, que uno intente hacer cosas que no salgan y al no salir no se puede publicar. Hay una tendencia en algún sector de la investigación en hacer investigación publicable y esa investigación está reñida con la arriesgada.

¿Hay que quitarse los miedos hacia los transgénicos?
Se ha demostrado en los últimos estudios de las academias nacionales norteamericanas que los transgénicos no representan más riesgo para la salud que los que no lo son. Tienen los mismos riesgos porque el riesgo cero no existe, pero no tienen más riesgo que los alimentos producidos convencionalmente. Eso ya está demostrado, entonces es absurdo seguir insistiendo en el tema de la salubridad. Pero también hay que decir que los transgénicos van a ayudar en algunas condiciones pero no en otras, por lo que hay que ver dónde pueden ayudar a producir más eficazmente.

Y por contra, ¿hay que reducir las expectativas puestas en la agricultura ecológica?
Es un sistema que está creciendo, que es muy adecuado para suministrar productos de residuo cero sin riesgo de agroquímicos a una población urbana que puede pagarlos. Seguirá creciendo para estos sectores, pero no es la solución para todo el planeta, como no lo son los transgénicos.

La disponibilidad de agua es uno de los retos del sector. En Aragón se insiste a menudo en que el futuro de la agricultura está en los regadíos y las infraestructuras hídricas para asegurar el riego. ¿Comparte este diagnóstico?
Sí, de hecho California ha sufrido la sequía más importante que nunca tuvo desde que hay registros en 1850 y, sin embargo, la agricultura apenas ha sufrido porque tenía una infraestructura física que le permitía trasvasar agua, explotar las aguas subterráneas y que, con esa inversión que hicieron las generaciones pasadas, le ha permitido incrementar la producción en unas condiciones extremas de sequía. El regadío tiene esa capacidad y creo que en Aragón va a tenerla en el futuro.

¿La PAC está preparada para ayudar al sector a hacer frente a todos estos retos?
La PAC ha sido muy beneficiosa para la agricultura española porque ha supuesto unos niveles de subvención que ha permitido mantener en producción muchas zonas que hubieran tenido dificultades sin esa ayuda. Pero hay que reformarla, no se pueden dar subvenciones a fondo perdido sino que tienen que ser a contrapartidas que permitan incrementar la productividad disminuyendo el impacto sobre el medioambiente, utilizando prácticas más sostenibles que las actuales.

 
 
 

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