¿Las plantas de interior purifican el aire? La ciencia dice que no. Un estudio afirma que la mejora del aire son una exageración y que se necesitarían hasta 1.000 plantas por metro cuadrado para que se notase su efecto.
Que las plantas son un elemento decorativo excelente es algo que nadie duda. Sin embargo, muchos otorgan a estos vegetales de interior el poder de, además, regenerar el aire. Pero, ¿esta capacidad tiene base real? Según un nuevo estudio de investigadores de la Universidad de Drexel, en realidad no: se trata una exageración, ya que abrir una ventana sería mucho más útil para limpiar el ambiente que tener una de estas macetas.
«Este lleva siendo un error común durante algún tiempo. Las plantas son geniales, pero en realidad no limpian el aire de una habitación lo suficientemente rápido como para tener un efecto en la calidad del aire de un hogar o una oficina», explica Michael Waring, principal autor del artículo que se acaba de publicar en la revista « Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology» y profesor de ingeniería arquitectónica y ambiental en la Facultad de Ingeniería de Drexel.
Waring y uno de sus estudiantes de doctorado, Bryan Cummings, revisaron una docena de estudios que abarcan 30 años de investigación. Después de su análisis observaron que, en realidad, las tasas de intercambio de aire natural o de ventilación en ambientes interiores diluyen las concentraciones de compuestos orgánicos volátiles -la misma contaminación del aire que supuestamente las plantas están limpiando- mucho más rápido de lo que los vegetales pueden extraerlos del aire.
El poder que se le ha atribuido a las plantas de interior de purificar el aire en habitaciones podría no ser tan acusado como se pensaba – AFP
De dónde viene el mito
En 1989, la NASA realizó un experimento que intentaba probar que las plantas podrían usarse para eliminar sustancias químicas del aire en las estaciones espaciales. Para ello, se introdujo una planta en una cámara sellada en un laboratorio, donde en efecto se pudo comprobar que se renovaba el aire. Sin embargo, estos ambientes poco tienen que ver con una casa u oficina, y los datos de estos estudios no se interpretaron más a fondo.
La revisión de Waring y Cummings lleva los datos de los volúmenes de investigación de plantas en maceta un paso más allá que estudios como el de la NASA y similares, al usarlos para calcular una medida llamada «tasa de suministro de aire limpio» o CADR por sus siglas en inglés. Pudieron hacer este cálculo para casi todos los estudios y lo que encontraron en todos los casos fue que la tasa a la que las plantas disipaban los elementos nocivos en una cámara era mucho más lenta que la tasa estándar de intercambio de aire en un edificio, lo que demuestra el efecto general de las plantas sobre la calidad del aire interior es irrelevante.
«El CADR es la métrica estándar utilizada para el estudio científico de los impactos de los purificadores de aire en ambientes interiores, pero muchos de los investigadores que realizaron estos estudios no los miraron desde una perspectiva de ingeniería ambiental y no entendían cómo interactúan las tasas de intercambio de aire de los edificios. las plantas afectarán la calidad del aire interior», afirma Waring.
De 10 a 10.000 plantas por metro cuadrado
Muchos de estos estudios mostraron una reducción en la concentración de compuestos orgánicos volátiles a lo largo del tiempo, por lo que es probable que la gente los haya aprovechado para exaltar las virtudes de purificación del aire de las plantas. Pero de acuerdo con los cálculos de Waring y Cummings, se necesitarían entre 10 y 1.000 plantas por metro cuadrado de espacio para competir con la capacidad de limpieza de aire del sistema de manejo de aire de un edificio o incluso solo un par de ventanas abiertas en una casa.
«Este es ciertamente un ejemplo de cómo los hallazgos científicos pueden ser engañosos o malinterpretados con el tiempo», señala Waring. «Pero también es un gran ejemplo de cómo la investigación científica debería reexaminar y cuestionar continuamente los hallazgos para acercarse a la verdad básica de comprender lo que realmente está sucediendo a nuestro alrededor».