LA UNIÓN EUROPEA CONTRA EL DESPERDICIO ALIMENTARIO.
El desperdicio alimentario es un problema global que tiene graves consecuencias económicas, sociales y ambientales. La Unión Europea (UE) ha tomados medidas significativas para abordar este desafío y reducir el desperdicio de alimentos en la región.
La UE ha implementado una serie de políticas y programas para prevenir y reducir el desperdicio alimentario en todas las etapas de la cadena de suministro. Estas medidas incluyen la promoción de la fecha de caducidad de los productos, el fomento de la donación de alimentos no vendidos y en buen estado a organizaciones benéficas, la mejora de la infraestructura de almacenamiento y distribución y la concienciación sobre el desperdicio de alimentos.
Además la UE ha establecido objetivos ambiciosos. Uno de los principales objetivos es reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para 2030.
Para lograrlo se están implementando iniciativas para mejorar la eficiencia en la producción agrícola, promover prácticas de sostenibles de procesamiento de alimentos y fomentar cambios en los hábitos de consumo de los ciudadanos.
Las consecuencias del desperdicio alimentario son significativas. No solo implica un pérdida económica para los productores y minoristas, sino que también tiene un impacto negativo en el medio ambiente. La producción de alimentos requiere recursos como tierra, agua, y energía y cuando se desperdician, estos recursos se desperdician también. Además el desperdicio de alimentos contribuye al cambio climático, ya que los alimentos en descomposición emiten gases de efecto invernadero.
También estas medidas adoptadas incluyen, programas y objetivos ambiciosos para reducir el desperdicio no sólo en el producto final, sino en toda la cadena alimentaria
Al tomar acciones para prevenir el desperdicio de alimentos, la UE busca promover la sostenibilidad, reducir los costos económicos y proteger el medio ambiente.