Investigación e innovación para un futuro con menos agua en la agricultura
Fuente imagen: https://www.efeagro.com/noticia/investigacion-innovacion-futuro-menos-agua-agro/
El agua, ese recurso básico y clave para el desarrollo del agro, está cada vez más regulado y no está garantizado a futuro si no se tienen las infraestructuras necesarias, por lo que diferentes fuentes del sector coinciden en que es necesario apostar por la investigación y la innovación.
Tierras de regadío. Efeagro.
Por una parte, el futuro llega con fenómenos naturales cada vez más extremos, como sequías, lluvias torrenciales y olas de calor, que tienen un impacto directo en las producciones agroalimentarias.
Por la otra, el sector agroalimentario mundial debe encarar un aumento de la población que exigirá una mayor producción de alimentos en el mismo espacio o incluso en menor superficie, ya que, como registran países como España, hay suelos que son pobres en materia orgánica y otros se erosionan.
Ante estos frentes, fuentes consultadas por Efeagro abogan por la agricultura de precisión, que permitirá, utilizando más datos, usar menos recursos en los procesos productivos.
Entre las medidas que defienden está el mantener infraestructuras que permitan almacenar el agua para enfrentar los periodos de sequía, utilizar aguas regeneradas, investigar para generar cultivos más resistentes al clima y las plagas y la digitalización de los procesos productivos para ahorrar en recursos.
El regadío
La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) defiende que la solución a los problemas de gestión del agua pasa por el regadío, ya que, con la tecnología adecuada para controlar cuánta agua necesita cada parcela, se puede aumentar la producción.
“Con menos territorio, más tecnología y con menos agua tiene que aumentar la producción de alimentos, y puede aumentar”, asegura el presidente de la federación, Andrés del Campo, quien matiza que la apuesta por la tecnología no se limita a las infraestructuras, sino también a la biotecnología.
Recuerda que frente a las sequías y lluvias torrenciales están las obras de regulación (como embalses y trasvases), que permiten almacenar el agua cuando hay suficiente y utilizarla en los periodos de sequía.
De esta manera, puede ser que España sufra sequía meteorológica (falta de lluvias) pero no hidráulica (falta de agua) al tener abastecidas las demandas -como ya pasa en la actualidad en algunas regiones, recalca del Campo-.
Sin embargo, para utilizar esa agua almacenada en el regadío es necesario el uso de energía, y los costes energéticos hacen “inviable” esta medida para muchos productores, por lo que desde la federación piden cambios tarifarios para afrontar esta problemática, a la que se suman otras exigencias medioambientales.
Agricultura de precisión
El agua y su uso más eficiente es también la principal línea de investigación del departamento de Agronomía del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La investigadora Ramón y Cajal Victoria González Dugo, que trabaja en dicho centro, explica a Efeagro que, en concreto, buscan encontrar cuál es el nivel mínimo de agua que se puede usar en diferentes cultivos sin que esto afecte a la producción.
Todo esto con el objetivo de usar menos agua y, al mismo tiempo, reducir los costes energéticos que supone, ya que “cada vez es más caro regar”, recuerda la investigadora, que aboga por una apuesta por la agricultura de precisión a la que se verá expuesto todo el agro español con el paso de los años.
González reconoce que aunque la agricultura de precisión es el objetivo final para todos, “cómo llegar” es una pregunta más compleja, ya que para ello es necesario una apuesta de todos los ámbitos.
Esta apuesta implica desde un mayor apoyo a la investigación, hasta a la propia industria, para que desarrolle tecnologías útiles y disponibles para los productores.
Con este objetivo en mente, desde el IAS trabajan en dos líneas de investigación, que son el desarrollo del riego deficitario controlado (ver qué resistencia tiene cada cultivo al estrés hídrico en cada momento del calendario) y el desarrollo de indicadores para saber el estado hídrico de los cultivos de manera remota (por medio de cámaras) para vigilar que el estrés hídrico no sea excesivo.
Una de las empresas que ofrece la digitalización de procesos en el campo es la compañía tecnológica Hispatec, que cuenta con un software que permite monitorizar todos los procesos de tratamiento y producción de un cultivo y ofrece una plataforma de inteligencia artificial para desarrollar propuestas concretas para dichos cultivos.
Una apuesta por la tecnología
El director de Marketing de esta compañía, Miquel Villanueva, explica a Efeagro que la respuesta a problemas como buscar un mejor rendimiento para afrontar la competitividad del mercado, ser más sostenibles o hacer frente a los efectos del cambio climático pasa por apostar por la tecnología, y es algo a lo que cada vez más productores acuden.
Precisamente, el 30 % de lo que se produce en España en cultivos de alto valor cuenta con tecnología de Hispatec, según cifras de la compañía.
“Digitalizando y teniendo los datos de todo lo que está pasando podemos ser quirúrjicos. No solo en el uso de los recursos sino también en el impacto que generamos cada vez usamos un recurso”, alega Villanueva.
Sin embargo, para obtener una tecnología adecuada que consiga estos niveles de precisión hace falta una inversión económica que no todos se pueden permitir, los costes son un factor ineludible, como recuerdan las diferentes fuentes.
Ante esta realidad, el directivo de Hispatec que el futuro en este proceso de desarrollo pasa por repartir costes a través de cooperativas y empresas que compran productos a terceros.
FUENTE: Investigación e innovación para un futuro con menos agua en el agro (EFEAGRO)
Etiqueta:agricultura, agua, innovación, investigación, regadío, sequía, suelo