¿Influye el cambio climático en la proliferación de pulgas y garrapatas?
¿Influye el cambio climático en la proliferación de pulgas y garrapatas que se registra en España, sobre todo en el medio rural? Los expertos están convencidos de que sí, y para demostrarlo han impulsado “Picaduras de conocimiento”, un proyecto de ciencia ciudadana que pretende dar respuesta a esa pregunta, al menos, en Aragón. La idea es reclutar un equipo de voluntarios para la recogida de muestras de estos parásitos y e investigar cómo el calentamiento global está influyendo en el aumento de las poblaciones y de la distribución de garrapatas y pulgas en esa comunidad autónoma.
El proyecto va dirigido a un público no especializado del entorno rural aragonés, como escolares y docentes del medio rural, ganaderos, entomólogos, cazadores, senderistas y campistas, y cualquier otro profesional o aficionado relacionado con los insectos y la naturaleza.
El llamamiento lo han hecho el Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2), la Universidad de Zaragoza y la Fundación Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo (ARAID), con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, el Ministerio de Ciencia e Innovación y MSD Animal Health. Entre las acciones previstas figura la formación de los participantes para la recogida y conservación de muestras y para la prevención contra las picaduras de pulgas y garrapatas.
Aunque también se dan en zonas urbanas y afectan tanto a animales de compañía como a personas, estas especies están vinculadas principalmente al medio rural y tienen gran relevancia en las áreas de la salud pública y la sanidad animal.
Los ciclos de vida de garrapatas y pulgas están marcados por parámetros como la temperatura y la humedad, y hay investigadores que sospechan que algunas de estas especies podrían estar viendo incrementada su área de distribución a causa del cambio climático, tal y como ha recogido portalveterinaria.com.
Un equipo de “cazadores de artrópodos”
Este ha sido precisamente el punto de partida para el proyecto “Picaduras de conocimiento”, que persigue también conocer más sobre la distribución actual de esos parásitos en Aragón, “un área de investigación a la que hasta ahora se ha prestado poca atención”, apunta el portal veterinario.
Para alcanzar los objetivos planteados, “Picaduras de conocimiento” reclutará a un equipo de “cazadores de artrópodos”, que recogerán las muestras de los parásitos, que posteriormente se estudiarán y analizarán en el laboratorio. Los impulsores del proyecto les aportan recursos que incluyen un kit para la captura de muestras y unas guías didácticas para conocer qué son y qué efectos producen sus picaduras y cómo prevenirse de ellas.
Paralelamente, los investigadores del Instituto Agroalimentario de Aragón organizarán charlas y acciones formativas en los centros escolares para explicar todos los pormenores de la investigación y la metodología experimental para la toma y conservación de esas muestras de parásitos. Se explicará también qué son estos parásitos, las acciones preventivas para evitar sus picaduras y qué hacer en caso de presencia en personas o en animales domésticos.
Las garrapatas son arácnidos que se alimentan de sangre de las personas y los animales. Son más abundantes en la primavera y el otoño, cuando los ejemplares adultos buscan hospedados para alimentarse. Pueden transmitir bacterias y virus, tal y como informan los impulsores de “Picaduras de conocimiento” en un tríptico que acaban de editar.
Jamás echar alcohol en una picadura de garrapata
Si se produce una picadura debe extraerse la garrapata cuanto antes usando pinzas muy finas. Debe cogerse la garrapata en la zona en la que está insertada en la piel y tirar, sin retorcer. Jamás se puede echar alcohol, aceite o quemarla. Ante cualquier duda debe acudirse a un centro de salud. Si es un animal de compañía el que tiene garrapatas deben extraerse también cuanto antes, y llevarlo a un veterinario.
Para protegerse de las garrapatas en salidas al campo resulta conveniente usar gorra o sombrero, vestir de manga larga y pantalones largos con los calcetines por fuera. Y nunca ir descalzo, con sandalias o chanclas. Es mejor usar ropa de color claro para observar mejor su presencia y conviene pulverizar repelentes sobre la ropa o los zapatos (nunca sobre la piel). Un último consejo: utilizar siempre los caminos y evitar las zonas de hierba y los setos.
Los expertos han alertado sobre un aumento considerable de la presencia de garrapatas en España en los últimos años. La picadura de estos artrópodos, que habitan generalmente en las hierbas altas del campo, puede resultar fatal para el ser humano, pues pueden transmitir graves enfermedades como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la enfermedad de Lyme o la encefalitis vírica.
Las pulgas también transmiten enfermedades
Las pulgas son insectos que se alimentan de sangre de mamíferos. También pueden transmitir enfermedades tanto a las personas como a los animales. Cada especie de pulga suele preferir un animal, por lo que, aunque una mascota las tenga es posible que no piquen a su dueño. Aunque sí hay especies que se comparten, como la pulga común (Pulex irritans).
Cuando un animal doméstico tiene pulgas se puede bañar con productos específicos, aunque también en este caso lo mejor es acudir al veterinario, que recomendará la mejor solución. Existen también tratamientos preventivos que impiden que estos parásitos se alimenten de las mascotas.
Para prevenir la presencia de pulgas en el domicilio es necesario limpiar a menudo las camas de las mascotas y pasar el aspirador por las alfombras, donde suelen encontrarse las fases inmaduras de estos parásitos. Los animales domésticos y la fauna silvestre comparten casi todas las especies de pulgas y garrapatas, por lo que los perros y gatos que salen al exterior en el medio rural están más expuestos a contraerlas.
Web de referencia: https://alimentandolaciencia.esciencia.es/picaduras-de-conocimiento/
FUENTE: ¿Influye el cambio climático en la proliferación de pulgas y garrapatas? (Verde y Azul)
Autor: Ramón Díaz
Etiqueta:cambio climático, garrapatas, plagas, pulgas