Flor de Pascua: cómo sobrevivir a la Navidad
Sobrevivir a la Navidad es desde ya un reto para nuestros bolsillos, para nuestra dieta, para nuestras digestiones, nuestro sueño, paciencia, resacas, emociones… Y seguiría. Pero es que todo eso no es nada en comparación con la auténtica aventura que vive la Flor de Pascua, esa planta de hojas rojas que se ha convertido en uno de los símbolos botánicos de la Navidad y que, generalmente, no logra sobrevivir a ella.
Pero es porque no la conocemos, aunque la invitemos a nuestras casas por Navidad año tras año, como el turrón. ¿Queréis una Flor de Pascua duradera? ¿Saber cuál os ofrece mayor garantía de supervivencia? ¿Os gustaría conocer los cuidados de la Planta de Navidad? Basta con acercarse un poquito más a ella y a sus necesidades. Recordemos que no es un adorno más, es un ser vivo, que puede convertirse en una gran planta si la dejamos crecer, quedarse en casa más allá de la Navidad y poder decir: ojito, que mi planta de hojas rojas sobrevivió a la Navidad.
¿Cómo es?
Empecemos por el principio: se llama Poisentia, poinsettia o flor de Pascua, y su nombre científico es Euphorbia pulcherrima. Es originaria de México. Sus hojas rojas, que pueden ser blancas, amarillas o salmón, no son hojas realmente, sino brácteas, que son aquellas hojas cuya misión no es la fotosíntesis, sino proteger las flores (como las de la buganvilla). Y las verdaderas flores son pequeñas y amarillas, que son las que surgen del centro.
Puede llegar a convertirse en un arbusto de hasta 5 metros de altura, pero en maceta se queda más baja. Ahora bien, si a medida que crece se va plantando en un recipiente cada vez mayor, sí que puede llegar a los 3 o incluso 4 metros. Y has de saber que es caducifolio; es decir, que pierde las hojas en invierno.
El problema con las poisentias es que, aunque pueden cultivarse en interior, su hábitat más adecuado sería el exterior, pues necesita ante todo mucha luz cuando está en flor y un clima estable, sin heladas, sin altas temperaturas ni calefacción.
Guía de cuidados de la Flor de Pascua
Pero también podemos conseguir que sobreviva en casa, atendiendo a algunos de sus requerimientos:
Al comprarla
- No le gustan los cambios de temperatura, así que si la vas a tener en el interior, mejor no la compres en un comercio o puesto en el que esté expuesta en la calle o en el exterior, sino en un local donde la tengan ya en el interior. Lo mismo al revés, si la vas a tener en el exterior, que no esté expuesta en un lugar más cálido.
- Es conveniente que la protejan en la tienda con un plástico para que no le afecte la temperatura más baja del trayecto hasta tu casa. Sí, es delicada, pero se trata de garantizar su supervivencia y estos cambios de temperatura iniciales pueden ser suficiente para que no lo logre.
- Al comprarla, fíjate en las florecitas amarillas: que no haya muchas ya abiertas. Cuantas más haya, más corto será el periodo de vida de sus brácteas.
- Inspecciona sus tallos y hojas. Que no haya tallos rotos o podridos ni manchas en las hojas.
- Inspecciona su base. Mueve un poco su tronco: debe estar firme, no suelto en el sustrato, ya que de lo contrario será una planta que todavía no ha enraizado bien; o peor, que aún es un esqueje sin raíces.
En casa
- Necesita luz natural. La oscuridad hace que se le caigan las hojas. No la expongas tampoco al sol directo.
- Aléjala de las corrientes de aire. Podrían hacer que sus hojas se cayeran antes de tiempo.
- Tanto el frío como las temperaturas altas hacen que caigan las hojas. Su temperatura ideal es de 22ºC durante el día y 16ºC durante la noche. No es conveniente que suba de los 35ºC ni baje de los 10ºC, aunque si está muy resguardada podría soportar alguna helada puntual de hasta -1ºC o -2ºC una vez que estuviera aclimatada.
- Odia a muerte la calefacción. Si vas a tener la calefacción puesta (por aquello de que es Navidad y hace frío), aléjala del punto más cálido, que no le dé el calor directo y que la temperatura de la habitación no supere los 25º.
- Necesita una humedad ambiental alta. Si el ambiente es seco, se caen las hojas. Si la calefacción es constante y/o alta, puedes pulverizar las hojas (pero sólo en ese caso, que si no, corre el riesgo de infectarse con hongos), sólo las hojas verdes, no las brácteas. Si pulverizas las hojas rojas, se mancharán y perderá ese bonito aspecto navideño.
- No aconsejamos ponerle un plato o cuenco en la base de la maceta, con agua y unas piedras, porque hay que controlar muy bien el riego para no echar más agua de la necesaria. Un exceso de agua pudrirá las raíces. Es mejor colocar recipientes llenos de este preciado líquido alrededor.
¿Cuándo y cómo regar a la flor de pascua?
La poinsetia es muy sensible al exceso de agua, por eso hay que dejar que se seque un poco el sustrato antes de volverla a regar, pues de lo contrario se puede pudrir la raíz. Para que no surjan problemas, a continuación te explicamos cuándo y cómo hay que echarle agua a nuestra planta:
Riega cuando la tierra esté seca
El agua es un elemento esencial para la vida, pero es importante evitar que la tierra permanezca húmeda demasiado tiempo. Por ello, lo mejor es que usemos un medidor de humedad como este, ya que este es una herramienta que nos será muy útil para saber cómo de húmeda o seca está. Con esta información, podremos saber si regamos o no.
Y es que, sí, te podemos decir »riega una vez a la semana», pero puede que en tu caso no sea necesario regar tanto. Por ejemplo, yo en invierno riego mis plantas de interior una vez cada dos semanas, porque la humedad ambiental incluso dentro es muy alta (del 70-90%), y además como no les da el sol directamente y las temperaturas son más bajas que en verano (entorno a los 15ºC de máxima y los 10ºC de mínima) la tierra permanece húmeda más tiempo.
Echa el agua a la tierra, sin mojar la planta
Esto es importante, porque si no se hace se corre el riesgo de que se pudra. Asimismo, debemos echar agua hasta que el sustrato quede bien húmedo. Para no manchar el suelo, le podemos poner un plato o cuenco debajo, pero después de regar tenemos que escurrirlo para que no surjan problemas.
Usaremos agua templada, es decir, ni muy fría ni muy caliente. Lo ideal es que esté a unos 30ºC más o menos, ya que si la temperatura es más baja podría enfríar las raíces, y si es más alta podría quemarlas.
Pues eso es todo de momento. Es delicada, pero de verdad que merece la pena cuidarla. Tengamos en cuenta que está tratando de sobrevivir en un ambiente adverso. Basta con ayudarla un poco para conseguir tenerla viva durante todo el año. Las brácteas sólo salen en diciembre, así que, con unos cuantos cuidados, en Navidad volverá a florecer, esta vez más grande y más nuestra. Entonces podrás trasplantarla como te decimos en este vídeo: