EL USO EFICIENTE DEL AGUA DE RIEGO
Ya sea que tengamos la tierra de nuestro huerto anegada de agua o bien que la tierra forme una costra en su superficie y esté agrietada, en cualquier caso, estamos haciendo mal. Ya sea por exceso o por defecto, en los dos casos no estamos haciendo las cosas de manera eficiente. En este artículo de hoy os vamos a contar algunos conceptos relacionados con la eficiencia del riego en nuestro huerto o jardín.
Los primeros conceptos para entrar con fuerza en este artículo
Para conocer las características de un riego hay algunas pautas o conceptos que seguramente conoceréis, y que nos aportarán datos para conocer cómo está llegando el agua a las plantas. Estos términos son muy sencillos y son el caudal, la uniformidad y las características del suelo. Estos conceptos son muy sencillos de conocer y sobre ellos nacen el resto de variables. Por ejemplo, el caudal está íntimamente ligado a la presión de riego y a las pérdidas que se producen en la instalación, ya sea por las piezas que forman el conjunto de tuberías, o bien por la longitud de ésta. Aunque realmente esta parte nos interesa poco si en la parte más desfavorable de nuestra línea existe suficiente caudal. La uniformidad de riego es muy importante, ya que determina el riego totalmente. Es posible que, dado nuestro sistema para regar (goteo, aspersión, manta, con goma, etc.) le llegue mucha cantidad de agua a una planta y otra que está al lado no reciba nada de nada. En ese caso estaríamos hablando de una uniformidad de riego muy baja y, en resumidas cuentas, de problemas. Cómo veis, no os hemos mencionado el riego exudante, ya que en este caso sí que se conseguiría una uniformidad de riego muy alta.
Con respecto al último punto, las características del suelo, aunque no forme parte del riego propiamente dicho, sí que influye de manera determinante en él. Cuando hablamos de las características del suelo os estamos mencionando algunas variables como el tipo de suelo (arenoso, arcilloso, limoso), el drenaje (excesivo, limitado). En cuanto a este último, no sé si os acordáis de aquel artículo donde mencionábamos la solución a los suelos con mal drenaje.
Algunas recomendaciones para aumentar la eficiencia de riego en tu huerto o jardín
1. Conocer el ciclo del cultivo
Parece lógico pensar que un almendro recién plantado no tendrá las mismas necesidades hídricas que ese mismo árbol después de 5 años ¿verdad?. ¿Entonces por qué en muchos casos no se modifican las características del riego? Al principio se suelen disponer, en el caso de riego por goteo, de varios goteros por árbol cuyo número y caudal no se modifican hasta el fin de la vida útil del cultivo. Sin embargo, lo ideal (pero más trabajoso) es regular el caudal de riego y adaptarlo al crecimiento del árbol o planta.
2. Conocer nuestro suelo
Ya os hemos enseñado varios artículos donde hablábamos de las propiedades del suelo, como la mejora del drenaje, conocer el tipo de suelo que tenemos, corregirlo en caso de que presente pH anormal, etc. Toda esta información es vital para poder regular el riego. Os pongo un ejemplo. Si tienes un terreno con mal drenaje es mejor regar con poco caudal durante más tiempo que con mayor caudal y menor tiempo, ya que disminuirán las posibilidades de que el agua se acumule en la superficie, se evapore o fluya a través de la pendiente por la superficie. En resumen, agua perdida.
3. Conocer las necesidades de riego de los cultivos
Hace unos días hicimos un artículo donde os enseñábamos a calcular las necesidades de agua de un cultivo a través de su evapotranspiración. Bueno, más que a enseñaros, lo que hicimos fue mostraros una herramienta del Ministerio de Agricultura donde automáticamente aparecían los valores. Podéis utilizar esa técnica, buscar en bibliografías (en algunos de nuestros artículos de cultivos sí se especifican las necesidades reales de riego), o utilizar cálculos como los que hicimos para conocer las necesidades de riego de cultivos como el pimiento, el calabacín, la berenjena o calabacín.