EL PRODUCTOR PIONERO DE KALE, LA HORTALIZA “MILAGROSA”

Se dice que los Obama la cultivan en el huerto que mantienen en la Casa Blanca, y que varias celebridades -como Anne Hathaway o Gwyneth Paltrow- la consumen para mantenerse en forma. Y aunque no es nueva, sí se ha vuelto una verdura muy popular en los últimos años debido a los múltiples beneficios que su consumo tiene para la salud.

Se trata del kale o col rizada, un vegetal de hojas de color verde intenso, que a primera vista parece ser una mezcla entre lechuga, acelga y brócoli. De hecho, pertenece a la familia de éste último, y de la coliflor y coles de Bruselas.

Es originaria de Asia menor y siempre ha sido muy consumida en Europa Central. Pero tras hacerse conocida en Estados Unidos -donde incluso existe el Día Nacional del kale, que se celebra el primer miércoles de octubre-, su fama se ha extendido a todo el mundo.

Cuando Gonzalo Fernández comenta que el kale -un vegetal de hojas de color verde intenso y perteneciente a la familia del brócoli, la coliflor y las coles de Bruselas- tiene más hierro que la carne y más calcio de que la leche de vaca, nadie le cree.

Entonces, para que los chilenos se convenzan de los múltiples beneficios que tiene para la salud, decidió importar las semillas de esta verdura desde Estados Unidos y crear un emprendimiento que se basa en su producción y comercialización.

Así nació “El Ermitaño”, una marca cuyo campo ubicado en el Valle de Leyda, a 25 kilómetros del puerto de San Antonio en la V Región, se convirtió en pionera en la venta de kale orgánico y sin químicos en Chile, principalmente por la calidad del suelo de su predio.

“Aún no le he aplicado nutrientes ni fertilizantes porque la plantación se ubica en un terreno en el que hace 40 años no se cultivaba, está totalmente virgen. Además, como se encuentra en pendiente me ayuda a optimizar el riego”, explicó en diciembre pasado al portal de Fedefruta.

“Me di cuenta que en Chile la calidad de la alimentación es muy mala, entonces hoy día el consumo de todo lo que es la comida chatarra como se le denomina, todo lo que son las fritangas y las masas, han prosperado bastante y no contribuyen en lo absoluto al bienestar y a la salud”.

“La obesidad en Chile ha aumentado entonces hay que preocuparse y bueno, me dije por qué yo no preocuparme de ese tema introduciendo esta hortaliza saludable”, señala.

Y añade: “El recibimiento de los chilenos ha sido bueno, ha sido positivo, el problema que ha existido es el desconocimiento, la gente no conoce esta verdura, también a la gente le descoloca cuando yo le digo que tiene más calcio que la leche y más hierro que la carne”.

Su distribución es principalmente hacia restaurantes, y empresas que hacen jugos y productos orgánicos en Santiago. Aún no entra en supermercados, pero dice que está dentro de sus planes “porque no todas las cadenas lo tienen”. El formato de comercialización es un mix de las cuatro variedades del kale (blue corse, lacinato, red russian y siberian), en una bolsa perforada para que respire, no se empañe y se conserve mejor, más un recetario para cada semana “para enseñar a la gente a consumirlo”. En otras ocasiones, Gonzalo cambia el recetario por un informativo de sus propiedades: “la idea siempre es que la gente lo conozca y lo integre a su alimentación”, dice. En un principio contó con la ayuda de Corfo, Sercotec y Fedefruta, organismos con los que está vinculado, en imagen corporativa, comercialización y difusión y a hacer más eficiente mi producción en términos de riego. “Soy de los primeros (en traer el kale a Chile). Hay más productores, pero en el fondo tienen de forma más casera por decirlo así”, subraya.

Aprovechar el suelo

Gonzalo Fernández ha trabajado toda su vida en el ámbito de la agricultura. Desde 2010 que se dedica a elaborar un vino orgánico pinot noir “aprovechando la explosión vitícola que tenía el valle y armé una viña que tiene una hectárea en alta densidad con 8.300 plantas”, dice.

Además, trabaja solo porque son proyectos mínimos: “Cuando requiero gente adicional, pido a algún contratista que me haga un trabajo puntual, pero tengo toda la infraestructura para hacerlo, como tractores y máquinas para hacerlo yo mismo, no requiero tener gente siempre”, asegura.

Haciendo un repaso de su vida como emprendedor hace una crítica de por qué los chilenos no se atreven a emprender: “Yo soy una persona extremadamente innovadora y siempre estoy buscando cosas nuevas, no me quedo tranquilo con sólo producir kale, sino que estoy buscando qué otra cosa producir y probablemente cuando encuentre la otra voy a empezar a pensarlo otra vez. Así es mi mentalidad y lamentablemente esa mentalidad en los chilenos no está”.

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