EL CAMELLO DE CANARIAS, RECONOCIDO COMO LA ÚNICA RAZA AUTÓCTONA EUROPEA DE SU ESPECIE
El camello de Canarias, que en realidad es un dromedario, llegó a las islas a principios del siglo XV. En 2011, la Comisión Nacional de Coordinación para la Conservación, Mejora y Fomento de Razas Ganaderas, lo reconoció como una raza propia, la única europea. El estudio ha sido realizado por el profesor de Veterinaria Javier Cañón Ferreras.
Desde finales del mes de marzo de 2011, el camello canario ya está considerado como una raza propia, lo que permitirá un mejor conocimiento del animal e incluso su protección y mejora. Los trabajos que han dado lugar a este reconocimiento comenzaron en el año 2000 en la Complutense.
Javier Cañón Ferreras, profesor del Departamento de Producción Animal de la Facultad de Veterinaria, cuenta que en ese año se pusieron en contacto con él los responsables del parque La Lajita deFuerteventura. El encargo en aquella ocasión fue el estudio del camello majorero, que es algo diferente morfológicamente al africano. Hay que explicar que aunque es realmente un dromedario que llegó de África a partir de 1405, en Canarias siempre le han llamado camello. Desde un principio se convirtió en el animal de trabajo por excelencia y durante siglos se mezcló con otros dromedarios procedentes de África. Sin embargo, desde hace ya unas tres décadas el camello canario ha permanecido aislado y sin mezcla. Por motivos sanitarios la exportación de dromedarios africanos está prohibida.
Majoreros y conejeros
El trabajo sobre el camello majorero tiene unos cuantos firmantes. Entre ellos, Cañón Ferreras destaca el nombre de Ursula Schultz, “una máxima autoridad en estos animales”. Según el profesor, el trato con todos los camellos y la parte del trabajo no genética la realizó Schultz. El estudio se publicó en el año 2005 en la revista de recursos zoogenéticos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación).
Dos años después contactaron desde Lanzarote con los investigadores para realizar el mismo tipo de estudio, esta vez sobre el camello conejero, que es como denominan al dromedario en dicha isla canaria. Cañón Ferreras y el resto de científicos plantearon que lo razonable sería estudiar y reconocer al camello canario no al camello propio de cada isla. A ADERLAN, Asociación para el Desarrollo Rural de Lanzarote, les pareció bien la propuesta y decidieron financiar el estudio. El Ministerio de Agricultura, a través de la Comisión Nacional de Coordinación para la Conservación, Mejora y Fomento de Razas Ganaderas, exige que sea una asociación concreta la que presente nuevas razas al Ministerio, así que la participación de ADERLAN fue lo que hizo posible tanto la elaboración del trabajo como su presentación posterior.
El estudio
El título del estudio que surgió de aquella colaboración es “Historia, caracterización y situación actual de la población de dromedarios (Camelus dromedarius) de la Comunidad Autónoma de Canarias”. Los autores, gran parte de ellos de la Facultad de Veterinaria, publicaron además en 2010 un artículo en la revista Diversity en el que se explica con detalle la variabilidad genética del camello canario.
El estudio concluye que “es evidente que en la situación en que se encuentra actualmente la población camellar canaria, tendría justificación la urgente puesta en funcionamiento de un programa de conservación genética que permitiera el manejo eficiente de la diversidad genética actual”. Para conseguir eso, “el primer paso sería el reconocimiento de esta población autóctona en la Comunidad Autónoma de Canarias, por otro lado única en Europa”. Y ese reconocimiento es lo que ha ocurrido, finalmente, el mes de marzo de 2011.
¿Qué lo hace distinto?
Los camellos canarios provienen históricamente del continente africano, con un origen genético común al que existe en Tinduf (Argelia). Este tipo de dromedario se diferencia de los otros dos existentes, el asiático y el subsahariano. Lo que distingue a la población canaria es que ha sido utilizada esencialmente para el trabajo desde su llegada a las islas, lo que ha modificado su fisonomía, su fuerza y su musculación. Durante un tiempo era el animal utilizado para las tareas del campo como el arado y también se usaba para cargar mercancías en los puertos e incluso en las canteras. Ahora ya no tiene esa utilidad y como mucho se utiliza en algún enclave turístico para dar paseos, pero a pesar de eso en su fisonomía se muestra el resultado de haber sido seleccionados para el trabajo.
El profesor Cañón Ferreras señala que no sólo han tenido impacto en la agricultura y la economía canaria, sino que además “son parte importante en el desarrollo de la vegetación y los paisajes tradicionales de las islas”. Explica el profesor que el camello no arranca los brotes, sino que poda las plantas, justo al contrario de lo que hacen las cabras, que hoy en día es el animal más extendido en algunas islas como Fuerteventura.
Ahora, gracias al reconocimiento como raza, se podrán poner en marcha algunas de las medidas que solicitaba ADERLAN en las conclusiones del trabajo: identificación electrónica de los reproductores, recopilación de los árboles genealógicos para conocer las relaciones de parentesco entre los reproductores, recogida de una muestra de ADN de cada reproductor, y estudio genético de toda la población a través del banco de ADN creado.
Curiosidades históricas
La hipótesis más aceptada del origen de los camellos no es África como se pudiera pensar, sino que es Norteamérica, donde se originaron hace unos 50 a 60 millones de años. Los que llegaron a Canarias lo hicieron muchos millones de años después y lo hicieron desde África, junto con esclavos, a partir del año 1405.
El camello que hoy día vive en Australia fue exportado hacia mediados del siglo XIX desde Canarias.
Miguel de Unamuno exploró Fuerteventura a camello y lo incluyó en sus relatos como una figura representativa de la isla. Hoy en día, allí se pueden encontrar esculturas y estatuas dedicadas a dicho animal.
FUENTE: http://biblioteca.ucm.es/revcul/tribunacomplutense/35/art598.php#.VmqdYkrJyUk