EL AGUACATE DE CANARIAS, A UN PASO DEL SELLO IGP
El aguacate cultivado en Canarias está a un paso de conseguir el prestigioso sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP) que lo distinguiría a nivel europeo, convirtiéndolo en un producto único en el mercado mundial. Este 27 de diciembre, el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) publicó la solicitud de registro de la IGP para el «Aguacate de Canarias», lo que abre una fase de oposición durante tres meses en la que productores de otros países podrán presentar alegaciones. En caso de no haber objeciones, el reconocimiento definitivo podría otorgarse a mediados de 2025.
Este proceso, impulsado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias y gestionado a través del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), tiene como objetivo proteger la producción isleña del aguacate. Solo los aguacates cultivados en las islas y certificados conforme a las normativas europeas podrán llevar la denominación «Aguacate de Canarias», evitando así la competencia desleal.
El director del ICCA, Luis Arráez Guadalupe, destacó que este sello europeo supondría un reconocimiento merecido para los productores canarios, respaldándolos con las medidas de protección que la normativa europea otorga a los alimentos con calidad diferenciada. Además, este registro sería un hito similar al conseguido por el Plátano de Canarias.
El aguacate canario ha tenido un crecimiento notable en la última década, con un aumento del 100%, y se espera que siga en auge, ya que este cultivo comienza a producir a los 4 o 5 años. Las variedades que entrarán bajo la IGP incluyen Hass, Fuerte, Orotava, Pinkerton, Reed y Carmen, y deberán cumplir con estrictos requisitos físicos, organolépticos y de cultivo. El sabor característico de estos aguacates, con una pulpa cremosa y un toque a frutos secos, es uno de sus atributos más distintivos.
