Cómo cuidar una orquídea y conseguir vuelva a florecer
Las orquídeas son una de las flores decorativas más apreciadas por la belleza de sus flores y, especialmente, por sus llamativos colores. Al mismo tiempo, son una planta muy delicada que requiere de cuidados específicos para mantenerse sana. Si estás pensando en regalar una orquídea o te han regalado una y no tienes muy claras sus necesidades, estás en el sitio adecuado, ya que en este post te vamos a contar cómo cuidar una orquídea para que decore tu casa o la de quien vaya a recibir tu regalo por mucho tiempo.
Puede parecer obvio, pero, antes que nada, es imprescindible identificar la especie de orquídea que tienes. Existen muchos géneros de orquídeas, phalaenopsis, oncidium, cambria, dendrobium, vanda, etc., siendo el primero el más común y extendido. Determinar de qué tipo es tu orquídea te ayudará a conocer sus características y los cuidados específicos que requiere, los cuales pueden variar bastante según el género. Normalmente, podrás conocer el género de tu orquídea con la pequeña etiqueta de identificación que acompaña a este tipo de flores.
Estos son nuestros mejores consejos para cuidar tus orquídeas y conseguir que vuelvan a florecer:
Usa una maceta de plástico transparente
Aunque muchas personas lo desconocen, es muy importante que las raíces de la orquídea se mantengan dentro de una maceta o un contenedor transparente. Hay varios motivos para ello. Para empezar, con una maceta de plástico es más fácil controlar si existe un exceso de raíces o plagas y, en general, nos ayuda a vigilar que la planta esté bien de salud. Aunque, sobre todo, las macetas transparentes permiten que la luz del sol acceda a las raíces y de esta forma obtengan los nutrientes que necesitan. Y si se prefiere, la maceta de plástico también se puede colocar dentro de una maceta decorativa más grande para que la planta quede todavía más bonita.
Utiliza pedazos de corteza en vez de tierra
Las orquídeas son flores silvestres que suelen crecer en bosques tropicales y pantanosos. Así que es aconsejable conservarlas en entornos con condiciones similares. Los trozos de corteza no retienen la misma cantidad de agua que la tierra para macetas y absorben la humedad que las raíces necesitan. Además, dado que las cortezas están sueltas, las raíces tienen todo el espacio que necesitan para florecer.
Sumerge la planta en agua para regarla
Si riegas las orquídeas con una regadera es muy fácil que las raíces reciban demasiada – o demasiado poca – agua. El agua tiene que llegar a todas las raíces, y solo cuando nos hemos asegurado de que están secas después del último regado. Debido a su hábitat natural, las orquídeas están acostumbradas a las tormentas tropicales, por lo que necesitan que la superficie en la que crecen esté completamente empapada. En líneas generales, deberías sumergir la planta una vez por semana (o más o menos veces dependiendo de la estación y de si la planta está seca).
Importante: drena el exceso de agua
Las orquídeas necesitan la cantidad justa de agua para empapar la superficie en la que crecen, pero no deberían mantenerse sumergidas en agua después del regado. Asegúrate de que has drenado el exceso de agua de la maceta para que no quede sumergida una vez hayas terminado de regarla.
Una vez la flor haya caído, corta el tallo a la altura de la primera yema
Una vez hayas podido disfrutar de la belleza de tus orquídeas y sus flores hayan caído, tendrás que podar la planta. Para asegurarte de que sigue creciendo, es importante que no pierda energía en varas secas. Si las podas, permitirás que empiecen a florecer de nuevo. Para asegurarte de que no las cortas demasiado, mira los pseudobulbos (pequeñas yemas en el tallo) y corta el tallo justo por debajo.
Coloca tu orquídea en un lugar seguro
El lugar donde sitúes la orquídea dentro de tu casa, oficina o despacho será vital para su buen estado de salud. El sitio debe escogerse no sólo pensando en lo bonita que podría quedar allí, sino también teniendo muy en cuenta las condiciones ambientales que tendrá. Por lo tanto, hay que primar un lugar con condiciones óptimas a uno donde simplemente quede bien. Los factores a tener en cuenta son:
- Luz: las orquídeas necesitan mucha luz, pero no exposición directa al sol. El mejor lugar para ellas es cerca de ventanas y balcones donde la luz solar no sea directa o se pueda filtrar con cortinas.
- El lugar ideal también debe ser de fácil aireación para evitar los ambientes muy cargados, pero teniendo cuidado con las corrientes de aire que podrían hacer caer las flores de tu orquídea.
- Las orquídeas son flores tropicales, por eso hay que evitar las temperaturas extremas, manteniéndola siempre entre los 10 y los 30 ºC.
- El sitio perfecto para tener tu orquídea no debe ser demasiado seco, con una humedad del 35 – 40%.
¿Cuándo debes abonar una orquídea?
- Inicios de primavera, antes del periodo de floración: abono cada 10 o 12 días
- Durante la floración: abono cada 20 días
- Otoño – invierno, etapa de reposo: abono 1 vez al mes
¿Tu orquídea no ha florecido de nuevo?
Las orquídeas florecen una vez al año, al inicio de la primavera, pero hay factores críticos que pueden alterar la floración. Te recomendamos:
- Si durante la floración, la orquídea no recibe suficiente luz (no directa) no florecerá. Asegúrate de que la recibe.
- La floración es la época en la que tu orquídea necesita más abono para desarrollar las flores, cada 10 -12 días es el intervalo ideal.
- Evita los cambios bruscos de temperatura durante la floración. Idealmente, la temperatura debería ser de 10 a 12ºC de noche y de 20 a 25ºC de día.
Como habrás podido comprobar, disfrutar de una orquídea durante mucho tiempo no cuesta nada. Si sigues estos consejos, podrás disfrutar de las orquídeas durante muchos meses.
FUENTE TEXTO Y FOTOS: https://www.floraqueen.es/blog/como-cuidar-una-orquidea-2/