Comenzamos el día con una buena noticia: el ‘apocalipsis’ de los insectos no es tan grave como se creía. Un nuevo estudio suaviza los términos…

En abril del año pasado el ecólogo español Francisco Sánchez-Bayo, de la Universidad de Sydney (Australia), publicó un trabajo en el que se alertaba de una fuerte disminución de la población mundial de insectos debido a la pérdida de su hábitat, la contaminación, el uso de plaguicidas y el cambio climático.

La revisión concluía que, si este ritmo continuaba, en las próximas décadas podrían extinguirse más del 40 % de sus especies, con las terribles consecuencias de perder unas especies con funciones clave en el ecosistema, como la polinización.

La noticia no tardó en extenderse en los medios de comunicación como el ‘apocalipsis’ de los insectos. Sin embargo, muchos científicos tacharon la noticia de alarmista.

Ahora, un estudio liderado por el Centro Alemán para la Investigación Integrada de la Biodiversidad Integrada (iDiv, por sus siglas en alemán) matiza que, si bien muchas especies están sufriendo un declive, muchas otras están incrementando su población.

“La idea de ‘apocalipsis’ de insectos ha sido tratada de forma sensacionalista en los medios. Pocos científicos la pondrían en términos tan crudos, pero es cierto que hay evidencia de dramáticas disminuciones en algunos tipos de insectos en algunos lugares”, explica a SINC Jonathan Chase, investigador del centro alemán y uno de los autores del trabajo.

Los nuevos resultados, publicados en la revista Science, han demostrado que para los insectos terrestres, en promedio, las disminuciones son reales. “Pero no para los acuáticos”, asevera Chase. 

Mapa de las tendencias de la población de insectos estudiadas.

Disminuciones y aumentos de 1 % al año

El equipo recopiló datos de 166 estudios diferentes sobre las abundancias de insectos de hasta 1.676 lugares de todo el mundo de ecosistemas diversos. Los científicos examinaron también mediante análisis estadísticos las tendencias generales de las poblaciones de estos invertebrados.

“Encontramos que los insectos de los ecosistemas terrestres están disminuyendo alrededor de un 1 % al año. Puede no parecer mucho, pero si lo analizamos a lo largo de 10 años, esto significaría una pérdida de alrededor del 9 %, y casi el 25 % a lo largo de 30 años”, alerta el investigador.

En contraste, se observó que en los ecosistemas acuáticos la abundancia de insectos ha ido aumentando en las últimas décadas, en un poco más del 1 % por año, o más del 11 % en 10 años.

El trabajo también evaluó qué factores podrían haber influido en estas tendencias. “La contaminación del agua ha disminuido en muchas partes del mundo, y esto puede ser parte de la razón por la que vemos incrementos en los insectos acuáticos en estos ecosistemas”, opina Chase.

En cuanto a las especies terrestres, los investigadores no encontraron señales de causas del declive comúnmente asumidas como el cambio climático. Sin embargo, “sí vimos que las tendencias negativas tendían a ser más débiles en zonas designadas como áreas protegidas, que son utilizadas en menor medida por los humanos para la agricultura y otras actividades”, cuenta el experto. 

Ante estos resultados, los autores reconocen que es necesario ahondar más en la identificación de los motivos específicos y encontrar “formas de lograr un mejor equilibrio entre el impacto del ser humano y el mundo natural”, expresa Chase.

“Hay una verdadera preocupación y una necesidad de encontrar maneras de minimizar nuestra huella en el mundo para el beneficio de los insectos y de tantas otras especies con las que compartimos la Tierra. Pero al mismo tiempo, es importante mantener la perspectiva y reconocer que hay esperanza”, concluye.

Fuente: https://www.agenciasinc.es/Noticias/El-apocalipsis-de-los-insectos-no-es-tan-grave-como-se-creia

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