CAMBIO CLIMÁTICO Y LA PLAGA DEL OLIVO

El cambio climático agrava la propagación de la bacteria que afecta a los olivos en el Mediterráneo. Un nuevo estudio del CSIC evalúa el impacto epidemiológico de la bacteria ‘Xylella fastidiosa‘, transmitida por chicharras.

El cambio climático es uno de los mayores retos para la política agrícola de la Unión Europea, y las predicciones regionales y análisis de enfermedades emergentes son esenciales para la toma de decisiones. La bacteria Xylella fastidiosa, un patógeno de cuarentena en la UE, ha destruido millones de plantas al obstruir el flujo de savia en el xilema, causando síntomas de falta de agua y nutrientes. Esta bacteria afecta a más de 595 especies de plantas, incluyendo olivos, vides y ciruelos, y ha causado graves daños en cultivos de interés agrícola.

Investigadores del IFISC, en colaboración con el IFCA, han estudiado su propagación durante los últimos 20 años. El estudio muestra la relación entre el cambio climático y el crecimiento de epidemias potenciales, destacando que un aumento de más de 3ºC en la temperatura global podría expandir la bacteria hacia el norte de Europa, afectando zonas vitivinícolas que antes no estaban en riesgo.

Anteriormente, Xylella fastidiosa se consideraba un patógeno exclusivo de América, pero ha destruido cultivos en Italia y obligado a arrancar almendros en las Baleares y Alicante. Los insectos del grupo de los cicádidos son los principales vectores de transmisión. El riesgo de propagación al norte del Mediterráneo ha aumentado notablemente en las últimas décadas.

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