¿Ves estas “hojas? Pues en realidad no son “hojas”…¿Sabes qué son? Están en una planta endémica de Canarias con propiedades medicinales: la Gibalbera.

IMPORTANTE: muchas de estas especies están protegidas, por lo que si necesitas más información (recolección de especies, recursos naturales, senderos permitidos…) debes informarte en la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, los departamentos de medio ambiente de tu Cabildo o de tu Ayuntamiento. Infórmate también sobre las áreas protegidas que vayas a visitar, sus actividades y usos permitidos. Entre todos debemos contribuir a proteger nuestra flora y fauna, así como nuestros espacios naturales.

Asimismo, las plantas con propiedades medicinales nunca deben sustituir a los tratamientos médicos, y su utilización debe hacerse con mucho cuidado, consultando previamente a un profesional sanitario o a nuestro médico

La gibalbera es un endemismo macaronésico presente en Madeira y en las islas centrales y occidentales de Canarias. Se trata de una especie trepadora que puede llegar a alcanzar los 8 metros de largo. Tiene unas hojas que en realidad son tallos transformados denominados cladodios. Sus flores y frutos se encuentran en los bordes de los cladodios laminares.

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La gibalbera o alicacán (Semele androgyna) es una de las especies trepadoras presentes en Canarias junto con la hiedra, la zarzaparrilla canaria, la zarzaparrilla espinosa, la zarzaparrilla macho, el tasaigo de monte y la corregüela de monte. La gibalbera está dotada de largos rizomas y tallos principales que están ramificados hacia los extremos, estos son muy flexibles y le permite ir enredándose por los troncos y ramas de los árboles hasta llegar a sus copas y, de esta manera captar mejor los rayos solares. Esta trepadora es frecuente formando parte del sotobosque de la laurisilva en las islas centrales y occidentales de nuestro archipiélago. En Gran Canaria hay otra especie de gibalbera (Semele gayae) endémica de esta isla.

Cladodios jóvenes. Foto: Damián Esquivel Díaz

Una de las curiosidades de la gibalbera o alicacán (Semele androgyna), es que lo que generalmente vemos como hojas, son en realidad tallos transformados que reciben el nombre de cladodios laminares, estos hacen el papel de una hoja verdadera con función clorofílica. Los cladodios superan los 10 – 12 centímetros de largo por 4 – 5 centímetros de ancho, son alternos, con peciolo corto y forma más o menos ovalada, consistencia coriácea, nervios muy marcados y coloración verde fuerte en estado adulto; podemos observar también una pequeña diferencia entre los cladodios más jóvenes que todavía no han florecido, ya que no tienen las cicatrices de aquellos cladodios más viejos. Los brotes tiernos presentan una coloración verde claro. Las verdaderas hojas de la gibalbera tienen un tamaño muy pequeño, son escamosas y duran poco tiempo.

Las flores de la gibalbera (Semele androgyna) se localizan generalmente en los bordes de los cladodios laminares, se trata de pequeñas flores de forma algo estrellada y anteras formando un anillo casi continuo, de color amarillo-cremoso que aparecen en grupos más o menos numerosos. En la especie de Gran Canaria (Semele gayae) las flores se sitúan en la parte central de los cladodios.

Flores de la gibalbera. Foto: Damián Esquivel Díaz

Los frutos de la gibalbera o alicacán (Semele androgyna) son bastante más llamativos que sus flores, se trata de unas bayas más o menos globosas, de algo más de 1 cm de diámetro y situadas generalmente en las partes marginales de los cladodios; son de color verde al principio para tornarse de un rojo intenso al madurar. En la especie endémica de Gran Canaria (Semele gayae), los frutos están situados en la parte central del cladodio.

Frutos de la gibalbera. Foto: Damián Esquivel Díaz

La gibalbera o alicacán (Semele androgyna) es una planta trepadora con unos tallos robustos, que se puede observar en riscos y laderas de los relictos boscosos en el dominio potencial de la laurisilva y fayal brezal. En estos enclaves, la gibalbera aparece enredándose en los troncos de los árboles hasta alcanzar las ramas superiores en busca de luz.

Gibalbera enredándose en los troncos de los arbóles. Foto: Damián Esquivel Díaz

La gibalbera (Semele androgyna) es una planta que era empleada tradicionalmente en las fiestas de muchos pueblos, tanto para adornar las entradas a las plazas y los balcones de las viviendas como las carrozas en las populares romerías, este uso se debe a que la gibalbera conservaba durante mucho tiempo las falsas hojas y los tallos con una coloración verde, como si estuviera recién cogida. La gibalbera también tenía propiedades medicinales utilizándose el cocimiento de los rizomas, tallos y filocladios como aperitivo, diurético y estomacal.

FUENTE: http://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/wiki/index.php?title=Gibalbera

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