UN FUTURO NEGRO PARA EL “VINO AZUL”

Está hecho 100% con uvas procedentes de distintas bodegas españolas. Nace de una mezcla de diferentes variedades de mosto de uvas tintas y blancas, fermentadas hasta alcanzar los 11,5 grados de alcohol. Se presenta en las botellas de vidrio características del vino. Pero no es vino. De hecho, a partir de ahora tiene rigurosamente prohibido llamarse vino.

Hablamos de Gik, la innovadora bebida de color añil inventada hace un par de años por un grupo de cinco veinteañeros vascos decididos a revolucionar la muy tradicional industria enológica y bautizada por los medios de comunicación como ‘el vino azul’. Un brebaje de sabor dulzón y color oceánico -obtenido gracias al uso de pigmentos orgánicos- del que ya se han vendido a través de Internet más de 90.000 botellas en 25 países, desde Alemania o Francia hasta Estados Unidos o Malasia, a un precio de unos ocho euros cada una.

A los más puristas siempre les pareció un crimen que ese grupo de chavales que se jactaba de no tener la más mínima experiencia en vinos osara meterse a experimentar en un mundo con 5.000 años de historia y acabara sacándose de la manga el denominado ‘vino azul’. Las críticas, algunas demoledoras, no se hicieron esperar. Pero no se quedaron en meras palabras. Alguien, más indignado tal vez que los demás, optó por pasar a la acción y llevar a juicio a Gik, pidiendo que se prohibiera expresamente a esa bebida llevar el nombre de vino.

En agosto pasado, tras esa denuncia anónima, los jóvenes creadores de Gik recibieron la visita de dos inspectores que decidieron pararles las ventas e imponerles una jugosa multa. Y ahora ha sido la Justicia la que se ha pronunciado, sentenciando que Gik no puede ser considerado vino ya que, legalmente, no existe una categoría que recoja un producto de este color y características.

“El término de ‘vino azul’ no se encuentra entre las 17 categorías de productos vitícolas mencionadas en el Anexo VII parte II del Reglamento 1308/2013 de 17 de diciembre de 2013. Lo más parecido es ‘vino’, pero no existe ‘vino azul”, argumenta la sentencia. Y como sólo se pueden comercializar los productos que entran en esas 17 categorías y Gik no está en ninguna de ellas, el fallo es contundente: “No puede elaborarse vino azul”.

“Es injusto, porque Gik es 100% uva, solo que representa algo nuevo con lo que el sector no quiere convivir”, afirma Aritz López, uno de los padres del brebaje azul. “Entendemos que hay quien defiende la tradición y el respetable nombre de sus vinos favoritos, pero no creemos estar haciendo nada malo. Tan solo intentamos acercar este mundo a jóvenes como nosotros. Debe haber hueco para todo”.

El fallo ha sido recibido como un jarro de agua fría por los chavales de Gik, que a partir de ahora se ven obligados a comercializar su bebida como “99% vino, 1% mosto”. Pero, lejos de quedarse de brazos cruzados, contraatacan. Se rebelan contra lo que consideran un intento claro para destruir su creación, contra una maniobra que en su opinión refleja el duro control que reina en el mundo del vino, monopolizado a su entender por unos gigantes que imponen su criterio a los demás.

Así, bajo el hashtag #FreedomofColor (Libertad de color), han lanzado a través de change.org una petición para que se les permita denominarse vino azul. “Para seguir adelante, nos hemos visto obligados a dejar de llamar ‘vino’ a Gïk. En su lugar, hemos tenido que encajar en la categoría bastarda “Otras bebidas alcohólicas”. ¿La razón? No existe una categoría para “vino azul”, ya que no hay antecedentes en la historia para algo similar. Pero no es el sufrimiento, sino la esperanza de cosas mejores lo que incita las rebeliones. Por eso, recogemos firmas para cambiar la historia del vino y crear una nueva categoría”.

FUENTE: http://www.elmundo.es/economia/2017/01/10/5873e33946163f18058b4616.html

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