¿Por qué se secan las puntas de las hojas de las plantas?

Las hojas de las plantas son estructuras muy resistentes pero a la vez delicadas: soportan el peso de las gotas de agua que forman la lluvia, mas se queman con facilidad si se exponen al sol sin estar aclimatadas. Por eso, que acaben con las puntas secas es algo bastante común. A veces tendremos que tomar medidas para que esa reacción, que en un principio puede ser normal, no termine convirtiéndose en un problema serio; pero otras en cambio no será necesario hacer nada.

Como hay distintas causas, es importante saber por qué se secan las puntas de las hojas de las plantas. Solo de esta manera sabremos cuándo tenemos que actuar y cuándo no.

¿Por qué se secan las puntas de las hojas?

Hay ciertamente varios motivos, que vamos a resumir en un listado:

  • Corrientes de aire/demasiada ventilación
  • Humedad ambiental baja (ambiente seco)
  • Falta de agua
  • Exceso de agua
  • Roces constantes con una pared
  • Reposo invernal

Y ahora que las hemos mencionado, pasemos a explicarlas en detalle para que, de esta forma, podamos resolver las dudas que te hayan surgido.

Corrientes de aire/demasiada ventilación

Las plantas de interior lo pasan mal por la falta de humedad

Las plantas para poder existir necesitan que haya un equilibrio perfecto de aire, agua y luz. Hay algunas que necesitan más agua que otras, más aire que otras y más luz que el resto, pero cuando hay un exceso de algo de esto es cuando surgen problemas. Y el exceso de aire es sin duda lo que con más rapidez provoca que las puntas de las hojas se sequen.

Es necesario aclarar que no hablamos solo del viento, si no también del aire acondicionado, del calefactor, de las corrientes de aire que entran por las ventanas, y de cualquier otra que puedan tener (por ejemplo, de la que creamos nosotros mismos cuando pasamos junto a una planta varias veces al día).

¿Qué hacer?

Por suerte, este problema tiene fácil solución, ya que si la tenemos en maceta lo que haremos será alejarla de esas corrientes de aire, pero siempre teniendo en cuenta que hay que buscarle un sitio donde pueda recibir la luz, el agua y el aire que necesita. Y es que si ponemos un helecho a pleno sol, por ejemplo, lo más probable es que al día siguiente amanezca con quemaduras solares bastante serias, ya que estas plantas no están hechas para vivir expuestas al astro rey de manera directa.

En el caso de que estén plantadas en el suelo, también tenemos algunas opciones: una de ellas es plantar un seto cortaviento, ya sea con boj, laurel, u otra planta que pueda adaptarse a las condiciones del lugar bordeando todo el terreno; y otra es hacer plantar plantas de gran tamaño, pero solo alrededor de la planta que queremos proteger (eso sí, si optamos por hacer esto último, hay que procurar que no le falte luz, ni ahora ni más adelante).

Humedad ambiental baja/ambiente seco

Las hojas, especialmente si son de plantas tropicales, subtropicales y/o de zonas donde la humedad ambiental es alta, como pueden ser las islas, han de tener una humedad ambiental alta, por encima del 50%. Si están en un lugar seco o muy seco, las hojas pierden demasiada agua, y es entonces cuando las puntas se secan.

Es un problema común en interiores, que además puede empeorar si tenemos encendido el aire acondicionado y la planta cerca de él. Ahora, tampoco se ha de descartar en exterior, sobre todo si vivimos en una zona que está lejos de la costa.

¿Qué hacer?

El objetivo es claro: conseguir que la humedad ambiental alrededor de la planta sea alta. Para esto lo que haremos será rociar (pulverizar) con agua destilada o blanda sus hojas a diario en verano y si está fuera de casa; poner muchas plantas o recipientes con agua cerca de ella; o incluso conseguir un humidificador y colocarlo en la habitación donde esté.

Falta de agua

El exceso de abono seca las hojas

La falta de agua hace que una planta se deshidrate, y a menos que se riegue pronto terminará por secarse. Pero el primer síntoma que tiene que hacernos sospechar es precisamente ver que las puntas de las hojas, especialmente de las más jóvenes, se secan.

Es por eso por lo que si hemos descartado lo demás (corrientes de aire, baja humedad ambiental), y si comprobamos que la tierra está muy seca, entonces sin duda tendremos un cultivo que está pasando sed.

¿Qué hacer?

Regar, y con urgencia. Hay que echar agua hasta que salga por los agujeros de desagüe si está en una maceta, o hasta que la tierra quede bien húmeda. También puedes cortarle las puntas secas, ya que así podrás saber si mejora (en cuyo caso las hojas continuarán verdes) o si por el contrario se mantiene igual o empeora.

Si la planta está débil, lo normal es que termine perdiendo esas hojas, pero poco a poco debería de sacar hojas sanas si sus raíces aún tienen la energía suficiente.

Exceso de agua

Cuando una planta recibe más agua de la que realmente necesita, las raíces no son capaces de absorberla toda ni con el ritmo que sería adecuado. Dependiendo de la capacidad de drenaje que tenga la tierra en la que crecen, es decir, dependiendo de lo rápido que absorba y filtre el agua, el riesgo de que terminen sufriendo daños será más o menos alto.

En casos extremos, en los que por ejemplo se tiene una planta en maceta con un plato debajo el cual siempre está lleno de agua, el sistema radicular se ahoga, literalmente, y con ella las hojas, tallos y demás. Así, las hojas viejas pasarán a perder color, volviéndose amarillas por lo general, pero en algunas casos pueden empezar primero teniendo las puntas marrones.

¿Qué hacer?

Hay varias cosas que hay que hacer para recuperar una planta que ha recibido demasiada agua: la primera es, por supuesto, suspender el riego temporalmente. Además, en caso de que esté en maceta, se extraerá de esta y se envolverá el pan de tierra, es decir, el cepellón, con papel absorbente (como el de cocina) a doble capa. En caso de que este papel se empape enseguida, lo quitaremos y pondremos otro nuevo, así hasta que consigamos que la tierra pierda todo el exceso de humedad.

Después, hay que dejar la planta en un lugar seco, en semisombra. Asimismo, es importante tratarla con un fungicida polivalente (en venta aquí), ya que a los hongos les encantan los ambientes húmedos, y cuando detectan que una planta está débil… allá que irán.

Roces constantes con la pared

Esta causa no es grave, en el sentido de que no pone en peligro a las plantas, pero sí que conviene evitar que pase, pues si las hojas rozan la pared las puntas se secan primero, y se rompen después. Puede suceder cuando las plantamos cerca de una sin tener en cuenta la longitud que tendrán sus ramas y/u hojas una vez que alcanzan la madurez.

Como digo, no es algo que deba de preocuparnos, al menos no demasiado, aunque a nivel estético no hay que dejar que ocurra.

¿Qué hacer?

Si están en macetas, hay que retirarlas un poco de la pared para que no rocen; en cambio si están en el suelo lo único sería cortar las puntas secas… o no hacer nada. Yo misma tengo una palmera Archontophoenix maxima que aunque mide poco menos de dos metros, sus hojas ya son bastante largas (más de un metro), y alguna de ellas roza la pared que tiene a 40 centímetros. Pero no me preocupa, porque esta planta crece rápido y además alcanza los 25 a 30 metros de altura.

Reposo invernal

La dionaea es una carnívora que necesita invernar

Por último tenemos otro motivo que tampoco nos debe de alarmar: el reposo invernal. En muchas plantas, como árboles, arbustos e incluso carnívoras como las Sarracenia o Dionaea, con la bajada de temperaturas las puntas de sus hojas/trampas se volverán marrones. En ciertos casos, como en las especies caducifolias, al final toda la hoja se secará y caerá.

FUENTE: https://www.jardineriaon.com/por-que-se-secan-las-puntas-de-las-hojas-de-las-plantas.html

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