¿POR QUÉ ES NECESARIO UN MODELO AGROECOLÓGICO PARA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO?

Los cultivos promisorios son aquellos infrautilizados, que tuvieron relevancia en el pasado. Ahora algunos se están revalorizando, y aquí podríamos adoptarlos ante el grave problema del cambio climático». Así de contundente se mostró el catedrático de Botánica de la UMU José María Egea, que ofreció una conferencia en el aula de cultura de Cajamurcia, en Águilas, en la que desglosó los problemas en los cultivos que puede provocar el cambio climático y propuso establecer dos líneas de actuación ante esta situación.

El especialista explicó durante la charla que «el cambio climático es el gran problema al que nos enfrentamos, porque no vamos a conseguir minimizarlo por muchas medidas que queramos adoptar. Por ello, tenemos que cambiar nuestra forma de cultivar para adaptarnos». Egea puso como ejemplo que la Fundación de Cajas de Ahorro «vaticina el fin de los cítricos dentro de 35 años», y aseguró que «la solución pasa por encontrar especies y variedades que resistan bien la sequía y las altas temperaturas».

Según Egea, también autor del libro ‘Cultivos promisorios para enfriar el clima y alimentar el mundo’, «una de las advertencias más llamativas es que la FAO dice que debemos producir el 70% más de alimentos, porque cada vez somos más personas en este mundo». Ante estos retos, Egea afirmó que existen dos alternativas: la llamada agricultura climáticamente inteligente, que alberga cultivos transgénicos (aquellos a los que le han incorporado genes de otro organismo para producir las características deseadas), y un modelo que se basa en la agroecología que apuesta por la utilización de la diversidad de especies y variedades que hay la actualidad, a través de cultivos promisorios.

En cuanto a la agricultura climáticamente inteligente, fomentada por la FAO y el Banco Mundial, Egea señaló que «la producción de semillas resistentes a la sequía es un paso importante en el campo, dado el impacto del estiaje en los cultivos, situación que empeora con el cambio climático. Se trata de cultivar variedades tolerantes al calor y que haya un mayor control de insectos, malezas y enfermedades mediante nuevos productos fitosanitarios». El segundo modelo es un movimiento social. La agricultura familiar, que está vinculada a las actividades agrícolas familiares y conlleva diversos ámbitos del desarrollo rural. «La agricultura familiar es responsable del 70% de la producción agrícola a nivel mundial. Aquí se encontrarían los cultivos infrautilizados. Es decir, habría que hacer una selección de cultivos promisorios, tolerantes a la sequía y resistentes a las heladas y a la salinidad, que requirieran pocos insumos y que sean funcionales. Me refiero a la moringa, la quinoa, el teff, la semilla de chía, la algarroba y la higuera», aseveró.

Egea se decantó por el modelo agroecológico. «Soy totalmente contrario a la agricultura climáticamente inteligente, porque es una continuación de la revolución tecnólogica que nos ha llevado a la situación actual y es la responsable de lo que está ocurriendo. Si no cambiamos de modelo, creo que va a ser imposible modificar la tendencia actual de emisión de gases y de hambre en el mundo. Creo que es imprescindible que cambiemos de modelo», aseguró.

Huertos escolares

José María Egea explicó a los asistentes el papel que juegan los huertos en la sociedad. «La agricultura urbana es una práctica agrícola y pecuaria que se desarrolla dentro y alrededor de la ciudad, en espacios públicos y privados, y debido a una iniciativa individual o colectiva propia de los ciudadanos». Y añadió que «hay huertos sociales, comerciales y educativos. Los huertos escolares ecológicos son fundamentales en el desarrollo de una sociedad. Están vinculados a conocimientos teóricos y prácticos sobre alimentación saludable y medio ambiente». En su opinión, «habría que promoverlos, porque la educación es vital para concienciar a la gente sobre el medio ambiente y el desarrollo sostenible».

Antes de finalizar su ponencia, Egea hizo un llamamiento para que todos los centros educativos cuenten con un huerto ecológico. «Los chavales van conociendo el medio ambiente conforme trabajan en el huerto. Además, lo mejor sería que esa actividad en los huertos fuera acompañada con talleres de cocina. La cultura agraria ser está perdiendo. Sería catastrófico que cuando mueran nuestros abuelos se pierda la cultura agraria».

FUENTE: http://agriculturers.com/por-que-es-necesario-un-modelo-agroecologico-para-luchar-contra-el-cambio-climatico/

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