PALMERAL DE ELCHE: LUCHA BIOLOGICA CONTRA EL PICUDO

No se conoce una cifra exacta. Aunque desde el Ayuntamiento de Elche (Alicante) estiman que el término municipal alberga entre 250.000 y 300.000 palmeras. Lo que sí se sabe es que se trata del mayor palmeral de Europa, reconocido, además, por la organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio de la Humanidad. «Erróneamente se cree que el Patrimonio son las palmeras en sí», subraya Antonio García, concejal de Medio Ambiente. Sin embargo, su valor reside en su «sistema agrícola único», basado en una red de acequias que data de la época musulmana, «así como todas las tradiciones que han ido surgiendo en torno a él, como el oficio de palmero».

El Palmeral destaca también por su «singularidad, belleza y perfecta coexistencia con la moderna ciudad de Elche, ya que es un enorme jardín en medio de la ciudad», añade Mercedes Sainz, presidenta del Centro Unesco Comunidad Valenciana. «Habría que distinguir los «Huertos históricos» del casco urbano, que ya no tienen un uso agrícola, y los «Huertos del campo»», matiza el concejal. En total, el Consistorio gestiona 125.000 palmeras situadas en huertos, viveros y la vía pública. «Supone un importante gasto, ya que éstas se tienen que regar y podar y retirar los dátiles cada año», reconoce García. Además, la llegada del picudo rojo ha incrementado dicha factura, como consecuencia de la tolerancia de la especie a temperaturas relativamente bajas y la dificultad que entraña su observación a simple vista, pues las larvas excavan largas galerías que recorren las hojas y el tronco. El desarrollo del insecto puede durar hasta tres años sin que se perciban signos externos de daño, explica Sainz.

 

El Ayuntamiento de Elche y la Generalitat Valenciana destinan, respectivamente, unos 150.000 euros y dos millones de euros a labores de lucha contra la plaga de este escarabajo invasor que sufre todo el continente europeo. «Pero solo la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia poseen palmerales históricos», puntualiza García. «El esfuerzo de los ilicitanos por conservar el Palmeral ha permitido mantener los huertos una vez que su cultivo dejó de ser económicamente rentable», señala la presidenta del Centro Unesco Comunidad Valenciana.

El picudo, que se encuentra en expansión en España, donde se detectó por primera vez en Almuñecar (Granada) en 1994, supone «el peor de los enemigos» para el Palmeral, al que afectaría una década después, en 2005, dado que «ataca desde dentro a los árboles y se alimenta de ellos», insiste Sainz.

Estrategia estatal

Desde hace un año, el Ayuntamiento de Elche ha cambiado de táctica para plantarle cara, sustituyendo la tala y trituración de las palmeras infectadas por un Plan de lucha biológica consistente en la aplicación de un hongo capaz de matar al picudo, evitando al mismo tiempo el uso profuso de insecticidas, y que se complementa con la vigilancia constante de los árboles.

«Es aún pronto para sacar conclusiones, pero la tendencia es clara: la cifra de palmeras taladas ha bajado más de un 50% en un año y prácticamente el 60% de las palmeras enfermas son salvadas. Por ello, pensamos que en pocos años podemos tener controlada la plaga», asegura el concejal de Medio Ambiente. García, no obstante, considera que el Gobierno central debería elaborar una estrategia a nivel estatal: «No es solo un problema de Elche, donde estamos muy expuestos a nuestro entorno; el picudo no entiende de fronteras». Constituye una amenaza para extensas áreas de palmito en la Península, las palmeras de Canarias y los palmerales de Alicante.

Último reducto

Aunque se ha constatado la existencia de palmeras en todo el sur europeo desde antes de la presencia humana, el descenso de las temperaturas y las glaciaciones acabaron con la mayor parte, a excepción de algunas zonas más cálidas protegidas de las corrientes frías, como Elche, explican desde el Consistorio. El Palmeral fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 30 de noviembre de 2000. En la actualidad, cumple una función más paisajística y cultural que agrícola, que, principalmente, se centra en la producción de palma blanca para el Domingo de Ramos (destinada a toda España y distintos países del extranjero) y en cosechas de dátiles para el mercado local.

La plaga de picudo rojo (Rhynchophorus ferruginosus), especie originaria del sureste asiático, se introdujo en España a través de palmeras infectadas procedentes de Egipto y el norte de África.

FUENTE: http://www.abc.es/natural/biodiversidad/abci-palmeral-elche-lucha-biologica-contra-picudo-201701161205_noticia.html

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