Otoño en el huerto y jardín, ¿Cuáles son las principales labores a realizar?

En esta estación del año las temperaturas comienzan a bajar, los rayos del sol empiezan a templarse y las horas de luz se acortan. Es natural que los colores en el huerto y el jardín durante el otoño cambien, tornándose más ocres, amarillos y rojizos.

Las labores a realizar en el huerto y jardín durante esta época están especialmente dirigidas a prepararlos para las heladas y a acopiar para sembrar hacia la primavera, siendo también el momento preciso para sembrar algunas hortalizas.

Durante esta época del año se pude aprovechar también para realizar el trasplante algunos árboles y arbustos de hoja caduca, mientras que para las de hoja perenne habrá que esperar hasta bien avanzando el invierno.

Te contamos más en detalle cuáles son las principales labores a realizar en huertos y jardines para que tengas claro cómo mantenerlos en las mejores condiciones durante el otoño.

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Labores de otoño en el huerto y el jardín

Recolección de semillas

El otoño es la mejor época para recolectar semillas, de las plantas de nuestro jardín o huerto, así como de montes o bosques de la zona y tener así semillas de plantas silvestres.

Las semillas recolectadas deben limpiarse y secarse antes de almacenarlas hasta la primavera. La mayoría se pueden guardar en un ambiente seco y fresco, algunas pueden incluso resguardarse en frigorífico (a 4°C), envueltas en papel o tela para respiren y no proliferen hongos.

Existen tres técnicas para la extracción de las semillas según el tipo de fruto:

  • Por cribado: para frutos carnosos que dificultan el desprendimiento de las semillas.
  • Secado: para frutos que liberan la semilla al abrirse el pericarpio, una vez el fruto está seco se extrae la semilla fácilmente.
  • Extracción húmeda: utilizada para los frutos que encierran la semilla en su pulpa (como el tomate), dejándola fermentar para facilitar la extracción y evitar enfermedades.

Uno de los problemas que encuentra la recolección de semillas de nuestro propio huerto es que la mayoría de las plantas y semillas comercializadas son híbridas, lo que da lugar a que la siguiente generación (la de las semillas recogidas en el huerto) sea completamente distinta a la anterior.

Aunque esto también puede ocurrir de forma natural, es recomendable adquirir Semillas Ecológicas y de variedades locales, además de identificar las diferentes variedades para luego plantarlas una distancia adecuada.

 

Esquejes y bulbos

El esqueje es una porción de la planta madre con capacidad para convertirse en una nueva planta. Los hay de primavera (herbáceas), de verano-otoño (semileñosos) y de invierno (leñosos).

Una especie de esqueje de otoño es el rosal. Las estaquillas se cortan y se plantan, o pueden guardarse en musgo turboso o arena para plantarlos en primavera. Se elige una rama bien desarrollada y se cortan trozos de 20 cm con al menos 3 yemas. La punta se corta en bisel justo encima de una yema que apunte hacia afuera, y la parte inferior se corta en horizontal, quitando todas las hojas para evitar la transpiración que podría secar el esqueje.

El otoño es también la época de guardar los bulbos de las plantas que no soportan bien el frío. Una vez finalizada la floración se les quita las hojas marchitas y  se dejan en tierra para que acumulen reservas. Más avanzado el otoño, se retiran para guardarlos boca abajo en un lugar seco y, cuando se hayan secado, se limpian y acortan tallo y raíces para guardarlos en una caja bien aislada, envueltos en papel de periódico y en un ambiente seco.

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Poda

En el otoño se realizan las podas de mantenimiento, es decir, las de ramas rotas o enfermas. El corte debe ser lo más pequeño y preciso posible, de modo que la cicatrización sea rápida.

Ya en otro artículo hemos abarcado cuestiones como cuándo cómo y para qué podar para que tengas una idea más completa sobre esta labor que se practica en horticultura y jardinería.

Las hormonas de crecimiento fluyen hacia arriba, por lo cual, con la yema terminal perdura el crecimiento hacia arriba y, para potenciar la ramificación, esto debe romperse. Al desaparecer la yema apical, las yemas laterales comienzan a desarrollarse.

El corte se realiza en inclinación a 30° a unos 5 centímetros y en dirección opuesta a la yema, para evitar que el agua quede estancada en el corte.

Las plantas que se podan en otoño son, entre otras: el rosal, la lavanda, el cornejo y las azaleas caducifolias.

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Acolchonado o mulch del suelo

El acolchonado, también llamado mantillo o mulch, es una práctica tradicional que consiste en cubrir el suelo con una capa de entre 5 y 10 centímetros de distintos materiales para evitar que quede expuesto al contacto con el aire. Esto tiene múltiples beneficios:

Plantas más indicadas para el jardín en otoño

Las plantas de otoño no deslumbran precisamente por unas coloridas flores, pero si destacan por la belleza de su follaje en tonalidades suaves.

Entre los arbustos cuya floración o frutos pueden aportar colorido al jardín durante el otoño, se encuentran:

  • Brezo o brecina (Colluna vulgaris): un arbusto compacto que florece en diciembre (en las montañas suele hacerlo antes), aportando el bello color rosado o lila de sus flores. Crece de manera silvestre en toda Europa y es muy resistente al frío, aunque requiere humedad y luz, por lo que se recomienda regar tres veces por semana sin encharcar. Es una excelente planta melífera y se utiliza como planta medicinal con propiedades astringentes, anti diarreica y antiséptica.
  • Abelia (Abelia x grandiflora): un arbusto de hoja perenne con flores ligeramente aromáticas y continuas de mayo a noviembre. No requiere grandes cuidados y se adapta muy bien a distintos tipos de suelo y clima templado, siempre que tenga suficiente sol.
  • Majuelo o Espino de Albar (Crataegus monogyna): arbusto de gran tamaño que ofrece frutos y tonalidades rojizas al jardín durante el otoño y el invierno, mientras que sus flores blancas aparecen en primavera. Los frutos son comestibles, aunque no tienen un sabor especialmente agradable, y se utilizan varias partes para preparar infusiones, con efectos calmantes y propiedades cardiotónicas e hipotensoras.
  • Madroño (Arbutus unedo): es un arbusto alto que se convierte en árbol si se deja crecer. Sus flores son pequeñas y de color blanco verdoso que aparecen hacia el final del verano, y el fruto es una baya roja cuando está bien madura, aparece al año siguiente de la floración, contienen alcohol y no resultan agradables al paladar. Las hojas y la corteza se usan en preparaciones para combatir diarreas y disenterías, así como antiséptico de las vías urinarias.
  • Espino de fuego (Pyracantha coccinea): un arbusto muy común en Europa, con ramas pardo rojizas oscuras y que durante el otoño produce una gran cantidad de bayas rojas o anaranjadas que permanecen en el árbol durante todo el invierno. Estas bayas son alimento de muchos pájaros y, aunque fue utilizada para preparaciones con efecto sedante, tiene un efecto tóxico que puede provocar irritación digestiva.

Otro aporte de color en tallo y hojas lo dan las trepadoras, como la Parra Virgen o Hiedra Japonesa (Parthenocissus tricuspidata) cuyos colores se vuelven particularmente vistosos durante el otoño. Es una trepadora que  no tarda en crecer, se adapta muy bien a diferentes condiciones y cubre rápidamente los muros durante la primavera y el verano, para dar en el otoño un aspecto espectacular en sus tonos rosado, rojo y púrpura.

Pero el jardín no tiene porqué quedarse sin flores ni bien termina el verano, también hay flores de otoño e invierno, coloridas y resistentes a las temperaturas de las noches más frías:

  • Pensamiento salvaje (Viola tricolor): una especie salvaje común en Europa, de hábito trepador con coloridas flores púrpuras, azules, amarillas o blancas, que se adapta a la media sombra y florece de octubre a marzo. Se le reconocen propiedades expectorantes y se utiliza tradicionalmente para tratar problemas de piel.
  • Crisantemo enano (Chrysanthemum x hortorum): es un híbrido que produce grandes y vistosas flores de diversos colores desde el otoño hasta el inverno o, según las condiciones, durante todo el año.
  • Margarita azul (Agathea coelestis): se trata de un subarbusto de color verde claro y flores de color azul celeste con el centro amarillo, muy vistosas, que aparecen a finales de la primavera y hasta el otoño. Como es sensible a las heladas, es más recomendada para zonas costeras, regiones templadas o ubicarlas en maceteros para instalarlas en interior durante el inverno.
  • Azafrán silvestre (Colchicum autumnale): planta de bulbo subterráneo con porte elegante que florece al final del verano y durante el otoño. Aunque pude ser venenosa, se utiliza el bulbo y las semillas con fines medicinales por su efecto vasodilatador (su uso casero está totalmente desaconsejado, pues puede tener efectos dañinos a mediano plazo).
  • Ciclamen o Violeta de Persia (Cyclamen persicum): planta pequeña de raíz bulbosa y flores vistosas muy populares en el otoño, el invierno y la primavera. Se planta evitando el sol o en interior, siempre en lugares frescos eludiendo los rayos directos del sol, y demanda poco riego.

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El otoño en la huerta

El otoño es un momento clave en la huerta. Además de ir terminando la recolección de las plantas de verano y sus frutos, ha de realizarse la rotación de cultivos.

Con las primeras lluvias se comenzará a retirar o anular el sistema e riego. Algunas plantas pueden trasplantarse a macetas para llevarlas al interior durante el invierno o para multiplicarlas.

Por el Calendario de Siembra, algunas siembras de otoño que pueden realizarse directamente sobre el terreno son:

  • Espinacas (Spinacia oleracea): es una planta de climas templados-frescos, por lo que puede sembrarse o trasplantarse al inicio del otoño. La duración del cultivo es de 2 meses, pudiendo comenzar a recolectarse a las 5 o 6 semanas de la siembra. Las asociaciones favorables son: apios, guisantes, habas, lechugas y rábanos.
  • Acelgas (Beta vulgaris): es una planta de climas templados a la que perjudican los cambios bruscos de temperatura. La duración del cultivo es de entre 3 y 4 meses, pudiendo cosecharse desde los 2 meses desde la siembra. Se asocia de manera favorable con puerros y espárragos.
  • Rábanos (Raphanus sativus): es una planta de temperaturas bajas pero no heladas. La duración del cultivo es de 2 meses. La asociación resulta favorable con nabos y puerros.
  • Zanahorias (Daucus carota): es una planta bastante exigente en riego que prefiere los climas templados aunque soporta las heladas ligeras. La duración del cultivo es de 4 a 5 meses, aunque la recolección pude realizarse desde los 3 meses. No conviene repetir el cultivo en al menos 4 años y hacerlo entre cebollas y puerros para repeler la mosca de la zanahoria.
  • Habas (Vicia faba): es una planta de clima templado con variedades resistentes al frío. La duración del cultivo es de 3 a 4 meses y se cosechan de manera escalonada a partir de los 3 meses. La asociación es favorable con espinacas, lechuga, patatas y zanahorias.
  • Escarolas (Cichorium endivia): es una planta bastante sensible a las temperaturas bajas. La duración del cultivo es de 3 a 4 meses y puede recolectarse a partir de los 3 meses. La asociación resulta favorable con coles, espinacas y puerros.

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Algunos trasplantes desde semilleros pueden ser los de:

  • Cebollas (Allium cepa): es una planta de clima templado que requiere temperaturas altas y sol para la formación y maduración de los bulbos. La duración del cultivo es de 6 a 8 meses, recolectándolas cuando 2 o 3 hojas exteriores se secan. No se plantan entre coles y remolachas, la asociación más favorable es con lechugas y zanahorias.
  • Lechugas (Lactuca sativa L.): es una planta muy adaptable, aunque prefiere los climas templados y húmedos. La duración del cultivo es de entre 3 y 4 meses, pudiendo realizarse la recolección escalonada a partir de los 80 días. La asociación resulta favorable con ajos, cebollas, espinacas, habas, zanahorias y rábanos.
  • Col repollo (Brassica oleracea L.): es una planta que necesita de suelo húmedo y riego frecuente en todas sus fases de crecimiento. La duración del cultivo es de 3 a 5 meses, pudiendo recolectarse cuando el cogollo está bien apretado y antes de que se agriete. La asociación favorable es con lechugas, patatas y guisantes.

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Plagas y enfermedades

Con las primeras lluvias, y sobre todo si continúan los días cálidos, es importante controlar la aparición de babosas, caracoles y de hongos.

Se pueden incorporar barreras (con cáscaras de huevo) y aplicar preparados preventivos (decocción de cola de caballo).

El otoño es un momento de gran actividad en el huerto y el jardín, procurando proteger las plantas antes de la llegada de los cambios bruscos de temperatura, las lluvias abundantes y la aparición de plagas.

FUENTE: https://www.ecoagricultor.com/otono-huerto-jardin/ 

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