CULTIVOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS: MITOS

No pasamos por alto en AGROISLAS cualquier noticia que tenga referencia a la agricultura. Esta vez hacemos hincapié en los cultivos que genéticamente están o van a ser modificados. Siendo un debate constante que perdura desde hace años hasta hoy en día. 

Hay una tremenda controversia en lo que concierne a los cultivos genéticamente modificados (GM) y alimentos derivados de los mismos. Inclusive la definición de “cultivo GM” puede variar dependiendo de con quien hablas del tema. Desde una perspectiva estrictamente científica todos los alimentos han sido manipulados a nivel genético por las actividades humanas; por tanto todos los alimentos que consumimos son genéticamente modificados.

Un término científico más preciso de lo que se quiere decir con el término OGM´s es que fue desarrollado haciendo uso de la ingeniería genética. Ésta definición implica el uso de técnicas de ADN recombinante en el proceso de mejoramiento del cultivo.

Durante miles de años genomas completos de plantas han sido mezclados para crear nuevas variedades de cultivos alimentarios. A principios del siglo XX empezamos a hacer uso de técnicas como la radiación ionizante y químicos para alterar el ADN de los cultivos alimentarios, un proceso conocido como mutagénesis. En todos estos procesos de mejoramiento “tradicionales” hay muy poco conocimiento sobre qué cambios pudieron haber ocurrido en el ADN de nuestros cultivos alimentarios. Sin embargo, es bien sabido que la extensión de los cambios que le ocurren al ADN por el mejoramiento tradicional son mucho mayores que los cambios precisos y directos resultantes de la ingeniería genética. El mejoramiento genético con el uso de ingeniería genética es una refinación de la modificación genética descontrolada de las técnicas de mejoramiento del pasado.

Éste año (2014) se cumple el 20° aniversario de la comercialización de los cultivos genéticamente modificados y alimentos derivados. En 1987 la Academia Nacional de Ciencias de E.E.U.U. declaró que no existían nuevos riesgos latentes en las plantas que han sido desarrolladas con el uso de tecnologías del ADN recombinante. 20 años después una montaña de investigaciones continúa respaldando este argumento.

La sociedad del siglo XXI busca en la web por información que sea asequible. Es asequible pero no siempre correcta. La internet está llena de información falsa sobre los alimentos GM. Los consumidores y personas del área de la salud se enfrentan constantemente con información en relación a los cultivos GM y la seguridad de sus alimentos derivados. La mayoría de las personas no tienen la experiencia o el conocimiento para saber distinguir argumentos erróneos de argumentos científicos en un debate que esta exageradamente cargado de emociones. Este documento está hecho con el objetivo de ayudar al lector a diferenciar entre la ciencia y la pseudociencia.

Imagen Original de The Genetic Literacy Project | Traducido por Félix Moronta

Imagen Original de The Genetic Literacy Project | Traducido por Félix Moronta

Mito 1: Los cultivos GM no son sometidos a pruebas de inocuidad

Todos los cultivos GM son sometidos a muchos estudios antes de que se les dé una autorización para ventas comerciales. En E.E.U.U. tres agencias gubernamentales regulan a los cultivos GM. El Departamento de Agricultura (USDA), que regula los productos que es sabido o se sospecha que pueden tener plagas o desarrollar plagas. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) que se encarga de regular a las plantas que sintetizan pesticidas, y la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) que regula la inocuidad de los alimentos derivados de los cultivos GM. Para el caso de México de acuerdo a la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados las dependencias competentes en la materia son: la Secretaria de Agricultura Ganadería Desarrollo Rural Pesca y Alimentación (SAGARPA), Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Secretaría de Economía (SE), Secretaría de Salud (SSA).

Y aunque la presente administración federal declara que las evaluaciones de la FDA son voluntarias, cada cultivo GM ha pasado por las evaluaciones de la FDA. En el caso de México la evaluación de inocuidad es obligatoria y se hace a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). Las repercusiones legales de no pasar por un proceso cauteloso de avaluación por la FDA y luego afrontar problemas en la corte son tan catastróficas que el sistema es considerado de facto.

Aunque la mayoría de las evaluaciones son realizadas por las empresas que desean comercializar estos cultivos GM, los tipos de evaluaciones, el número de evaluaciones, el número y tipo de animales de experimentación usados, el número y tipo de grupos control, la composición de las dietas, la duración de los análisis, etc, están determinados por un acuerdo de estándares internacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La OCDE ha publicado documentos de consensos que describen la composición, nutrientes, anti-nutrientes, y otros compuestos de relevancia biológica para cada cultivo.

Cada cultivo GM es comparado con su contraparte isogénica (el mismo contenido genético a excepción del transgén insertado) convencional para comparar su composición. Las comparaciones pueden incluir proximales (proteínas, ácidos grasos, carbohidratos, humedad), fibras, minerales, aminoácidos, grasas, vitaminas, anti-nutrientes, alérgenos, y metabolitos secundarios (mismos requerimientos que exige la legislación mexicana). Además de las comparaciones composicionales, los cultivos GM son sometidos a pruebas de toxicología, pruebas moleculares, comparaciones alergénicas y nutricionales. La manera en la que estas pruebas deben llevarse a cabo están detalladas en el documento guía para el análisis de riesgos de los alimentos y piensos provenientes de las plantas genéticamente modificadas.

Algunas veces se llevan a cabo evaluaciones con animales alimentándolos con cultivos GM para mejorar y respaldar la seguridad.

Muchos estudios han sido llevado a cabo en roedores durante los últimos 15 años con alimentos derivados de los cultivos GM desarrollados hasta ahora… Los resultados indican que los animales alimentados con piensos derivados de los cultivos GM no son diferentes en cuanto a contenido de nutrientes, salud y productividad con los animales alimentados con piensos convencionales… Esos estudios que han sido diseñados de manera correcta y siguiendo los estándares y protocolos aceptados internacionalmente no revelaron señales de efectos adversos.

Si estudios a largo plazo fuesen requeridos, éstos tendrían que incluir evaluaciones a largo plazo y alimentaciones multigeneracionales. En un review en el que se analizaron 12 estudios a largo plazo (de más de 90 días y hasta dos años de duración) y 12 estudios de múltiples generaciones (de dos a cinco generaciones) concluyeron que las plantas GM son nutricionalmente equivalentes a sus contrapartes convencionales y que pueden ser utilizadas con seguridad para la alimentación humana y ganado.

Las alergias por alimentos son un tema de especial preocupación debido a que sus consecuencias pueden ser severas. Una reacción alérgica se puede desarrollar en cualquier tipo de alimentos. Curiosamente, los cultivos GM son el único tipo de alimentos que son examinados para potenciales propiedades alergénicas. Más de 2700 productos han sido desarrollados con mutagénesis, creando un sinfín de mutaciones desconocidas y potenciales alérgenos, y ninguno de ellos ha sido nunca sometido a una evaluación. Todas las proteínas GM son comparadas con bases de datos de alérgenos conocidos. Los desarrolladores de cultivos GM no utilizan genes de organismos que se saben pueden ser alergénicos. Aún más importante, no hay un argumento que sugiera que los cultivos GM son más propensos a contener alérgenos que los cultivos mejorados por cualquier otro tipo de mejoramiento vegetal. Las proteínas GM también son evaluadas para observar su comportamiento en la digestión.

Aunque la validez de estos estudios ha sido puesta en tela de juicio, nunca ha habido una reacción alérgica documentada hacia alimentos derivados de cultivos GM. Hasta que nuevas metodologías validadas para evaluar el potencial alergénico sean desarrolladas, el presente sistema utilizado para evaluar el potencial alergénico de cultivos GM continuará siendo una parte importante del proceso de evaluación de los alimentos GM.
El reporte sobre Alimentos Biotecnológicos del año 2000 de la Real Sociedad de Canadá declara que:

“A pesar de las limitaciones de la presente tecnología, un alimento GM que ha pasado a través de un proceso científico validado para alergenicidad mostrando resultados negativos a la misma, debería ser considerado como un riesgo muy bajo para provocar una respuesta alérgica y podría inclusive ser más seguro que un cultivo convencional o comida exótica que no ha sido sometida al mismo escrutinio”.

Las conclusiones de este tipo también son declaradas claramente en un documento de la Comisión Europea: “A Decade of EU-Funded GMO Research 2001-2010“, y en las “20 preguntas sobre OGMs” de la OMS:

La principal conclusión que puede extraerse de los esfuerzos de más de 130 proyectos de investigación, que abarcan un período de más de 25 años de investigación, y la participación de más de 500 grupos de investigación independientes, es que la biotecnología, y en particular los OGMs, no son de por sí más riesgosos que, por ejemplo, las tecnologías convencionales de fitomejoramiento.

Los productos transgénicos que se encuentran actualmente en el mercado internacional tienen todas las evaluaciones de riesgos aprobadas por las autoridades nacionales. Estas diferentes evaluaciones en general siguen los mismos principios básicos, incluyendo una evaluación de riesgo para la salud ambiental y humana. Estas evaluaciones son a fondo; no han indicado ningún riesgo para la salud humana.

Mito 2: Los cultivos GM amenazan al medio ambiente

Si el mundo está por producir más alimentos en la misma cantidad de tierras arables, debemos de hacerlo de una manera más sustentable. En este contexto, la evaluación de los cultivos GM para liberación al ambiente es igual de extensa que la evaluación de inocuidad alimentaria.

En el 2001 un artículo de la revista Nature examinó 4 tipos de cultivos diferentes plantados en 12 locaciones distintas. Los cultivos GM fueron plantados y dejados ahí durante 10 años. Ninguno de esos cultivos GM sobrevivió. Esto se debe a que todos los cultivos domesticados están diseñados para alimentar a los humanos, muy raramente tienen la capacidad de competir con las plantas silvestres.

El reporte del año 2000 de la Royal Society of Canada que analizaba la diseminación de polen GM concluyó que:

La mayoría de los genes modificados son muy propensos a ser ecológicamente neutros, algunos podrían brindar defensa a sus portadores. En estos casos los genes son más propensos a perderse de la población rápidamente por deriva genética o selección natural.

Los cultivos GM tienen beneficios ambientales significativos. La resistencia a insectos de los cultivos GM ha permitido a los agricultores reducir la cantidad de pesticidas que se usa en miles de millones de libras. La tolerancia a herbicidas de los mismos ha ayudado a los agricultores a reducir la erosión del suelo y contaminación de mantos acuíferos por el uso de técnicas como siembra directa y la elección de herbicidas con un menor impacto ambiental.

La labranza del terreno tiene severas consecuencias negativas en el medio ambiente. La pérdida de suelos se debe a la erosión del agua y del viento. Años de datos demuestran que la labranza reducida o la siembra directa usada en conjunto con los cultivos transgénicos tienen beneficios para el medio ambiente. El uso de nuevos tipos de herbicidas que no persistan en el suelo y que se descompongan en compuestos inocuos también ayuda a reducir el impacto ambiental en conjunto con los cultivos GM.

El reporte del año 2010 de la Academia Nacional de Ciencias de E.E.U.U. sobre los impactos de los cultivos GM en la sustentabilidad de la agricultura americana declaró que:

En general, el comité concluye que la tecnología de la ingeniería genética ha producido beneficios sustanciales tanto económicos como ambientales a los agricultores estadounidenses comparados con los cultivos convencionales.

Mito 3: Los cultivos GM no incrementan los rendimientos

Un análisis sobre rendimientos a nivel global demostró que 154/168 estudios los cultivos GM incrementaron o dejaron a la par los rendimientos. Más sorprendente aún fue que 101/107 estudios demostraron incremento ó mantención de los rendimientos en países en vías de desarrollo. Esto explica por qué los agricultores de los países en vías de desarrollo están adoptando la tecnología de los cultivos GM más rápidamente que los agricultores de los países desarrollados; ahora ellos representan el 50 % de todos los cultivos GM sembrados en el mundo.

Mito 4: Los cultivos GM amenazan a la agricultura orgánica

La certificación orgánica está basada en métodos de producción prescritos, más no en la calidad del producto final. No hay un umbral para que lo que contengan los cultivos GM dispare un desprestigio a los cultivos orgánicos. Por ello pequeñas cantidades de polen GM no amenazan la certificación orgánica en Norteamérica. Ningún agricultor de cultivos orgánicos ha perdido jamás la certificación debido a la presencia de transgénes en sus cultivos. Más aún ningún agricultor de cultivos convencionales ha sido demandado nunca por rastros de un transgén en sus cultivos. Los cultivos orgánicos y GM han coexistido y prosperado ampliamente en los últimos 18 años.

Hay pocas dudas de porque las actuales controversias alrededor de los cultivos GM y alimentos derivados son prevalentes con cierta parte del público. Ha habido un bombardeo de publicaciones que alegan resultados negativos con respecto a los cultivos GM y alimentos derivados. Debido a que la mayoría de las personas, incluyendo los políticos, no saben lo que es ciencia, son frecuentemente engañados haciéndoles creer los resultados de tales publicaciones. La mayoría de estas publicaciones no creíbles reportan experimentos con serias deficiencias metodológicas y resultados cuestionables. Como grupo, sufren de serias deficiencias en sus metodologías. Uso inapropiado o falta de grupos control, muy pocas pruebas en animales, diseño experimental muy pobre, referencias inapropiadas o incompletas, validaciones incorrectas, resultados que no respaldan las conclusiones, son todas muy comunes en los reportes no creíbles. Las autoridades mundiales de seguridad alimentaria e inocuidad alimentaria, no son engañadas. Todos estos artículos que critican a los cultivos GM han sido revisados por expertos del tema y han sido descartados como no creíbles.

La siguiente tabla enlista algunos ejemplos de estudios no creíbles y las opiniones de los expertos que explican porque estas publicaciones son descartadas.

Expertos en inocuidad alimentaria global, salud y ciencia responden a estas publicaciones críticas contra los cultivos GM/transgénicos:

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En una línea similar, los críticos de los cultivos GM han publicado gran cantidad (sin revisión por pares) de artículos con un sinfín de citas. Jeffrey Smith fundador del “Institute for Responsible Technology” que no tiene experiencia en ciencia, o en divulgación de la ciencia; recibió un título de marketing de la Maharishi University. Smith tiene muchas publicaciones propias. Genetic Roulette es muy citada en la web como una fuente confiable. Pero Academic Reviews explica porque no es una fuente creíble. Recientemente, una nueva publicación afirmaba sobre el peligro de los alimentos derivados de los cultivos GM. “GMO Myths and Truth” (Fagan también está asociado con Maharshi University) que es muy similar a Genetic Roulette (citan las mismas referencias). Muchas de las críticas hechas por Academic Reviews aplican igualmente a esta publicación.

La Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia publicó la siguiente declaración sobre la inocuidad de los cultivos GM en 2012:

La Organización Mundial de la Salud, la American Medical Association, la U.S. National Academy of Sciences, la British Royal Society, y cualquier otra institución de prestigio que ha examinado la evidencia ha llegado a la misma conclusión: consumir alimentos que contengan ingredientes derivados de los cultivos GM no posee ningún riesgo mayor que consumir los mismos alimentos que contengan ingredientes provenientes de plantas modificadas por métodos convencionales de mejoramiento vegetal.

En un análisis italiano elaborado en 2013, revisó 1783 estudios y concluyeron que los cultivos GM y alimentos derivados son seguros. El European High Court of Justice, recientemente abolió la moratoria para sembrar cultivos GM. La razón fue la nula evidencia de daños a la salud o al medio ambiente.

El reporte de 2013 de la European National Academies of Science declara que:

No hay evidencia válida de que los cultivos GM tienen un impacto mayor en la salud o en el medioambiente que cualquier otro tipo de tecnología usada en el mejoramiento vegetal… Existe evidencia de que los cultivos GM pueden contribuir a los objetivos de desarrollo sustentable con beneficios para los agricultores, consumidores, medioambiente y la economía.

El Ministerio de Salud de Canadá (Health Canada) encapsuló la opinión científica global sobre el tema:

El abrumador cuerpo de evidencia científica continua respaldando la seguridad de los cultivos GM y alimentos para animales en general… Sin embargo, cuando nuevos miedos referente a la inocuidad de un producto autorizado se elevan, esta nueva información es cuidadosamente revisada.

Los alimentos se han convertido en un tema importante para la sociedad; los encargados de las decisiones políticas están siendo presionados por el movimiento anti-OGM´s para crear políticas públicas que restrinjan o prohíban los cultivos GM y alimentos derivados de los mismos. Es muy importante que los encargados de tomar estas decisiones entiendan la tecnología de los cultivos GM y cómo ésta se integraría a los sistemas de producción alimentaría global.

Se estima que el 70% de los productos alimentarios en las tiendas de autoservicio contienen ingredientes derivados de cultivos GM. Aprender los hechos sobre los cultivos GM desde fuentes de prestigio añadirá un elemento importante al conocimiento utilizado para las políticas públicas. Organizaciones como la FDA, USDA, AMA, AAAS, NAS, OMS, EFSA, Health Canada, son buenas fuentes de información objetiva sobre los cultivos GM y alimentos derivados.
La pregunta más frecuente sobre los alimentos derivados de cultivos GM es: ¿Son seguros?. Después de 20 años de comercialización de cultivos GM y después de miles de millones de comidas con ingredientes de cultivos GM, no existe ningún caso de daño a la salud.

Todos los alimentos representan un riesgo para algunas personas, pero los alimentos derivados de los cultivos GM tienen un historial impecable de seguridad e inocuidad. A pesar de que la internet está llena de afirmaciones que dicen lo contrario, las autoridades globales alimentarias, y de salud, la Academia Nacional de Ciencias (también la Academia Mexicana de Ciencias) e instituciones científicas parecidas respaldan el uso de la tecnología.
En el 2013, la European National Academies of Science Advisory Council escribió:

Hay abundante y acumulada evidencia de experiencias de todo el mundo sobre beneficios, y falta de evidencia de riesgos asociados al medioambiente o salud humana por el uso de la tecnología de cultivos GM… Es vital que la producción sustentable en la agricultura y seguridad alimentaria aproveche el potencial de la biotecnología en todos los aspectos.

AUTOR: Robert Wager es miembro del departamento de Biología en la Vancouver Island University. Su investigación se especializa en los cultivos transgénicos y los alimentos derivados con un énfasis en la educación pública. 

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