Nos sumamos al mensaje del Dpto. Técnico de Coplaca y te presentamos una gran aliada para controlar plagas en huertos y jardines: la avispa alfarera.
Dentro de la enorme familia de avispas que existen en el mundo, las avispas alfareras (nombre científico Eumeninae) son una especie muy destacada pertenecientes a la familia Vespidae.
Las características de su comportamiento le han otorgado este nombre, el cual, proviene de los nidos o colmenas fabricados por estos insectos, que se asemejan a vasijas o jarrones de barros elaborados por los mejores alfareros de la naturaleza.
El término avispas alfareras, está relacionado con la forma de los nidos de esta especie de avispas, ya que estas construyen sus colmenas en forma de jarrones o vasijas, tal como los mejores alfareros. Sin embargo, sus hogares no son las únicas características destacables de estos pequeños animales.
En lo que respecta al tamaño, las avispas alfareras suelen medir entre 0.9 y 5 cm de largo; no obstante, existen algunos ejemplares de mayores proporciones, especialmente si se trata de las avispas reinas. Cabe destacar, que la variación en el tamaño de estas avispas, está vinculado con los más de 200 géneros que han sido descubiertos, los cuales poseen características físicas particulares.
En cuanto a la forma del cuerpo, las avispas alfareras poseen un abdomen mucho más retirado de su cuerpo, además, una parte de su cuerpo es muy delgado y alargado, lo cual, le proporciona una gran agilidad, por lo que les resulta más fácil el proceso de caza y alimentación. Por otra parte, las alas son semejantes a cualquier otro tipo de avispas, con la particularidad que pueden ser dobladas casi en su totalidad cuando se encuentran en posición de descanso.
En la actualidad, han sido descubiertas diferentes tipos de avispas alfareras, por lo tanto, se pueden encontrar de distintos colores y dimensiones, aunque por lo general, estas suelen ser de color negro o azul metálico con rayas marrones. Sin embargo, también se pueden encontrar algunas especies de color marrón oscuro y rayas amarillas, anaranjadas, blancas o incluso rojas.
Este tipo de avispa es solitaria, por lo tanto, es bastante raro llegar a ver un grupo grande de ellas en el mismo lugar, sin embargo, que sean solitarias no significa que no construyan sus colmenas para vivir. Generalmente los machos suelen vivir solos durante su tiempo de vida, bien sea debajo de un árbol o arbusto. No obstante, las hembras se organizan para crear una colmena, ya que allí es donde podrán sus huevos y comenzará el proceso de reproducción.
La alimentación de las avispas alfareras puede ser muy variada, esto se debe a que la misma dependerá del lugar en el que habiten; además del género exacto del que se trate.
Pero por lo general, las avispas alfareras suelen consumir sustancias como el polen, el néctar o la salvia de los árboles. Por otro lado, debido a que se encuentran en el suelo durante la mayor parte de su vida, también se alimentan de pequeños insectos, tales como: cucarachas, orugas, arañas, escarabajos y hormigas, a las cuales paralizan y posteriormente las llevan hasta sus nidos, donde serán consumidas.
El nido o colmena de la avispa alfarera es la característica más significativa de esta especie, esto se debe a su peculiar forma y estilo de fabricación.
Estas avispas suelen ser solitarias, por lo que no se agrupan para construir sus nidos o colmenas. Sin embargo, cada una de ellas se encarga por sí sola de la elaboración de sus peculiares nidos. Para ello, utilizan una mezcla de materia orgánica, como lodo, tierra, saliva, entre otros. Luego, utilizan bolitas creadas con la mezcla, con las cuales van dando forma al nido, hasta conseguir el tamaño y forma ideal.
Para empezar el procedimiento, la hembra avispa se encarga de recolectar el barro o lodo que requiere para la construcción, el cual, debe tener una consistencia específica; ni muy densa, ni muy ligera.
Una vez que el lodo se encuentra en condiciones ideales, la hembra forma una bola y la lleva al lugar donde va a construir la colmena; en primer lugar, realiza la base del nido y posteriormente, va agregando más cantidad de barro a la que le da forma de vasija o jarrón. Al finalizar este proceso, la colmena queda lista para que la avispa alfarera coloque sus huevos, que pronto se convertirán en avispas adultas.
Cabe destacar que la avispa alfarera usualmente construyen su nidos en el suelo; sin embargo, también pueden elaborarlo en techos, áticos y otros lugares de las viviendas que se encuentren en mediana altura.