A nuestras plantas también les atacan las bacterias. De momento, su curación es más complicada que con nosotros los humanos, pero si se conocen bien se pueden controlar. ¿Quieres aprender más?
Las plantas también son atacadas por bacterias como nos pasa a los seres humanos. Existen numerosas enfermedades bacterianas en plantas que son un verdadero quebradero de cabeza. A diferencia de algunas plagas que son más fáciles de controlar, estas enfermedades se propagan de una forma rápida y sencilla. Son difíciles de controlar cuando ya están presente en los cultivos y son capaces de acabar con cosechas completas.
Lo primero que tenemos que aprender o tener en cuenta son las bacterias. Son el origen de la enfermedad y hay que saber qué son, cómo atacan a la planta, su forma de reproducirse, conocer qué entorno le es más favorable, etc. Esto es algo fundamental a la hora de preparar planes de prevención. Si conocemos todo lo que la bacteria necesita para reproducirse y encontrarse “como en casa” será más fácil arrebatárselo para evitar su propagación.
Las bacterias son organismos con un tamaño microscópico. No puedes ver una bacteria a simple vista ni mucho menos medirla. No son ni hongos ni virus, pertenecen al reino Eucariota. Estas bacterias poseen solamente una célula y poseen un núcleo que apenas tiene estructura bien definida. Se reproducen por división, es decir, es un método de reproducción asexual bastante rápido. Simplemente dividen su cuerpo en dos organismos y, así sucesivamente.
El medioambiente y las condiciones de temperatura, radiación solar, humedad, régimen de vientos y precipitaciones, etc. Influye bastante sobre la reproducción de dichas bacterias. Por ejemplo, determinados valores de temperatura, pH del suelo, cantidad de nutrientes disponibles, ausencia o presencia de oxígeno pueden ser condiciones que hacen que se pueda multiplicar más rápidamente o, por el contrario, detenerse en una población muy reducida centrándose únicamente en sobrevivir.
El problema que tienen las enfermedades bacterianas en plantas es que estos organismos tienen la capacidad de permanecer en estado latente cuando las condiciones no son favorables y tener la “paciencia” de esperar a que puedan reproducirse y salir a la luz. En el estado latente no están activas y únicamente tienen la función de reservar toda la energía posible. Es como si se tratara de un estado de hibernación.
Cuando nuestros cultivos, ya sea en la agricultura o simplemente en nuestro jardín, son atacados por bacterias, podemos notarlo en algunos de los síntomas más conocidos. Normalmente, hay algunos síntomas que se parecen a los que provocan ciertas plagas de insectos, pero se puede reconocer fácilmente la ausencia de los mismos y saber que dichos síntomas lo está provocando una bacteria.
El primer síntoma que se suele ver más a menudo es la marchitez. No estamos hablando de que un árbol o arbusto tenga algunas hojas marchitas así sueltas. Hablamos de la marchitez de las hojas por lo general. Si tus plantas tienen un gran número de hojas marchitas, es posible que esté siendo atacada por bacterias.
Manchas foliares. Se trata de otro síntoma muy común de estas enfermedades. Podemos observar tanto en las hojas como en las flores algunas manchas de color, generalmente, marrón que llevan a que la hoja se vaya pudriendo. También existe el síntoma de pudrición blanda tanto en hojas como en frutos e inflorescencias. En este caso, puedes notar como estas partes de la planta se van pudriendo como si de una fruta se tratase. Se queda una textura muy blanda hasta que acaba por desaparecer por completo.
Otro síntoma es que podemos notar que crecen formas raras en nuestra planta como si fueran tumores. Esto se trata de una especie de deformidad que puede ser fácilmente identificada. Las costras y los cancros también son síntomas de que nuestra planta está afectada por bacterias.
Si queremos detener las extensiones de las enfermedades, debemos saber el método que tienen de propagación o diseminación las bacterias. Normalmente, las bacterias se propagan desde las partículas del suelo o la arena hacia el resto de las plantas. Esto ocurre cuando hay precipitaciones más o menos abundantes y las propias salpicaduras que se forman por el agua de lluvia (o del riego). Esto hace que las bacterias que estaban en el suelo puedan permanecer y encontrar buenos ambientes donde sobrevivir bien en las diferentes partes de la planta.
Otra forma que tienen de diseminarse es a través del contacto con herramientas, ropa, semillas de otras plantas o algunas plántulas que pueden tener patógenos y que se extiendan poco a poco. Por ello, es importante conocer bien las debilidades y las condiciones más favorables para que las bacterias se desarrollen y no darle dichas condiciones.
Para reconocer los síntomas de las enfermedades bacterianas en plantas, debemos fijarnos en algunas cosas más específicas que las mencionadas anteriormente. Antes hemos señalado cuáles eran los síntomas principales. Sin embargo, hay otros indicadores casi más válidos para conocer que las bacterias están atacando a nuestra planta.
Por ejemplo, podemos observar la aparición de lesiones suaves que parecen como gotas de agua. Esta especie de “gotas” van cambiando de color conforme se van desarrollando. Se forman puntos negros. Estas lesiones más suaves suelen formar diferentes tipos de exudados y aromas que son bastante desagradables. Los especialistas saber reconocer esto empleado la técnica de la corriente bacteriana. Se trata de cortar un tallo u hoja, sumergirla parcialmente en agua y observar, con la ayuda de un microscopio, una especie de corriente líquida con burbujas que sale del trozo cortado.
Si queremos conocer el manejo de estas enfermedades para evitar el desastre en nuestros cultivos, tenemos que aprender a prevenir.
- La rotación de cultivos es una buena técnica para evitar la propagación de bacterias y enfermedades. Es interesante ir rotando los cultivos entre diferentes familias. Por ejemplo, si hemos sembrado lechuga, pues podemos sembrar pepino, chile, brócoli, etc.)
- Resistencia genética. Hay un gran número de variedades de hortalizas que son resistentes a numerosas enfermedades bacterianas.
- Emplear plántulas sanas. Observar que no tenga ningún tipo de síntoma al plantarla
- Hay que desinfectar constantemente las herramientas, contenedores de cosecha, las charolas de germinación, etc.
Espero que con estos consejos puedas evitar y tratar las enfermedades bacterianas en plantas.
FUENTE FOTO: https://www.jardineriaon.com/enfermedades-bacterianas-en-plantas.html