Mejora el suelo de tu huerto o jardín
Para un desarrollo ideal de las plantas, tanto del jardín como del huerto, es necesario que conozcamos el tipo de suelo y las necesidades de las plantas. Los suelos son muy diferentes y si conocemos que tipo de tierra tenemos, podremos mejorar la elección de los cultivos hortícolas o las plantas ornamentales que colocaremos en él.
También podremos adaptar el suelo y mejorarlo aplicado diferentes materias dependiendo de las condiciones y características del terreno.
Suelos arcillosos:
El suelo o el terreno arcilloso es uno de los mejores, siempre y cuando la arcilla en el terreno no supere el 30%. Con un terreno con más del 30% de arcilla no es apto para realizar cultivos. En los suelos arcillosos se adaptan casi sin ningún problema cualquier planta o cultivo. Los suelos arcillosos son ricos y fértiles, ya que retienen gran cantidad de nutrientes. Os aconsejamos aplicar materia orgánica para mejorar más su riqueza y conseguir un suelo más suelto y esponjoso.
Suelos alcalinos:
Los suelos alcalinos presentan un Ph superior a 7.00. Si queréis conseguir un suelo más ácido, solo necesitaréis aportar grandes cantidades de estiércol. Con ello mejoraréis en nivel del Ph.
Suelos ácidos:
Son perfectos para el cultivo de plantas como las hortensias, azaleas, gardenias, camelias… Para tener un suelo ácido es necesario un Ph inferior a 7. Si queréis conseguir aumentar el Ph del suelo, aplicar cal y removerla con la tierra.
Suelos arenosos:
Los suelos arenosos son porosos, tienen la desventaja de la falta de retención de agua y nutrientes. Este tipo de suelo funciona muy bien para la plantación de bulbos por su buen drenaje. Si queréis conseguir una mayor retención de nutrientes en el suelo, aportar materia orgánica. Son suelos con una perfecta aireación y de buenas características para realizar cultivos tempranos. Aplicar periódicamente abonos y nutrientes al suelo arenoso.
Suelos calizos:
Los suelos calizos son muy duros por lo tanto, las raíces de las plantas no se desarrollan bien en estos terrenos. Para conseguir mejorar este tipo de suelo calizo os aconsejamos aportar turbas. Con la aplicación de la turba obtendréis un suelo más suelto y esponjoso. Hay variedades de plantas que se adapta bien a este tipo de suelo calizo, entre ellas destacamos los laureles, las adelfas o plantas aromáticas. Los suelos calizos no son recomendados para muchas plantas ornamentales.
¿Cómo puedo mejorar el suelo de mi huerto o jardín?
Hay modos simples, como os hemos comentado anteriormente, para mejorar el suelo de vuestros huertos o jardines. A continuación os indicamos tres formas de mejorar los suelos y mantenerlos lo más fértiles posibles. Con la mejora de dicho terrenos conseguiréis cultivos más productivos, vigorosos y con menos riesgos de plagas.
- Aportar mantillo: El mantillo o compost es el resultado de la descomposición de materiales orgánicos y vegetales procedentes del jardín, huerto o hogar.. Lo podéis utilizar para los abonados de fondo o cobertura, mezclarlos con el suelo, o simplemente dejarlos en la superficie. Su efecto es rápido en el terreno y en los cultivos.
- Compost Vegetal: Es básicamente como el mantillo, pero de procedencia vegetal. Se utilizan todos los restos de poda, malas hierbas sin semillas, plantas que ya no son productivas, hojas, paja… y se obtiene este compost. Si lo realizáis en casa es más rápido de obtener que el mantillo.
- Abonos verdes: Este es un modo de abonar los huertos muy fructífero. No lo utiliza mucha gente por su desconocimiento, pero los resultados que puedes obtener con este método son excelentes. Este método consiste en sembrar algunas variedades de plantas forrajeras. Se pueden mezclar variedades diferentes para que cada una aporte sus beneficios al suelo. Cuando la planta está cercana a la floración, se labra el terreno con ella. Principalmente se siembras plantas leguminosas porque fijan el nitrógeno atmosférico en el terreno, pero también podéis mezclar otro tipo de plantas con efectos nematicidas como la mostaza. El abono verde no sólo mejora los nutrientes del suelo sino también su textura y permeabilidad.
Con estos sencillos consejos podréis tener un suelo más fértil y sano para vuestros cultivos hortícolas o ornamentales.
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