¿Quieres saber más sobre el pulgón negro de la madera?

El pulgón negro de la madera (Pterochloroides persicae) es originario de Oriente Medio y fue detectado por primera vez en España en la Región de Murcia en el año 1994 sobre almendro y en la actualidad se encuentra en toda la zona sur, este y centro de la Península.

En Canarias esta plaga estaba ausente hasta su detección en la isla de Gran Canaria, en Tenteniguada (Valsequillo) en julio de 2015, y en enero de 2016 en la zona de San Bartolomé de Tirajana (Ayacata), ambas sobre cultivo de almendro. El Cabildo Insular de Gran Canaria realizó durante los meses de octubre y noviembre de 2016 una prospección de este insecto registrando su presencia en 11 municipios y en frutales de almendro, ciruelo, melocotonero, nectarino, paraguayo y manzano.

En Tenerife, fue detectada en junio de 2018 en los municipios de Candelaria y Arafo sobre almendros y melocotoneros y actualmente se ha localizado además en los municipios de Santiago del Teide, Granadilla de Abona, La Laguna y S/C de Tenerife.

DESCRIPCIÓN Y BIOLOGÍA

Los adultos son de un tamaño grande para ser un pulgón, entre 2,7 y 4,2 mm. Son de color marrón oscuro a negro con bandas claras, con patas muy desarrolladas y de color rojo-castaño con bandas negras. Poseen un aparato bucal picador-chupador provisto de un largo pico articulado a través del cual y una vez anclado a las ramas o troncos absorben los jugos de la planta para alimentarse, secretando un líquido azucarado por el ano una vez digerido (melaza). En la mayor parte de las ocasiones estos adultos se encuentran en colonias de individuos sin alas (ápteros). Cuando la población aumenta, las siguientes generaciones presentan alas para favorecer la dispersión de la plaga. Son vivíparos, pero en regiones donde las temperaturas invernales son bajas, las últimas generaciones otoñales dan lugar a huevos de invierno que resisten el frío. En Canarias, donde los inviernos son suaves probablemente se reproducirán continuamente mediante hembras vivíparas.

LOCALIZACIÓN Y DAÑOS

Las densas colonias de estos pulgones prefieren situarse en ramas con un diámetro algo grueso en árboles adultos y en el tronco en árboles jóvenes, prefiriendo las partes más sombreadas del árbol. Ataca fundamentalmente a frutales de hueso como almendro, albaricoque, ciruelo y con especial virulencia a los melocotoneros, y en menor medida a frutales de pepita como el manzano, peral y el membrillero; ocasionalmente se ha detectado en cítricos e higuera.

Se alimenta de la savia debilitando el árbol y provocando defoliación. En ataques severos puede llegar a secar la totalidad de la rama atacada. Estos pulgones excretan gran cantidad de melaza produciendo visibles manchas en el suelo y cubriendo también las partes verdes del árbol. Sobre dicha melaza se desarrolla el hongo negrilla que reduce la capacidad fotosintética del árbol. Asimismo, es habitual encontrar este pulgón asociado con las hormigas que los defienden de sus enemigos naturales y ayudan a su dispersión.

CONTROL

Para impedir el rápido desarrollo de esta plaga deben evitarse el exceso de vigor provocado por aportaciones inadecuadas de abonos nitrogenados. Existen numerosos enemigos naturales de este pulgón como son Coccinella septempunctata, Chrysoperla carnea y algunas especies de sírfidos. Por ello, es fundamental incentivar la presencia de estos depredadores mediante la presencia, tanto en el interior como en los alrededores de las plantaciones, de flora que atraiga estos insectos útiles y emplear insecticidas con bajo impacto sobre esta fauna.

RECOMENDACIONES

En caso de observar esta plaga en aquellas zonas donde está ausente es fundamental avisar inmediatamente a su Agencia de Extensión Agraria o al Servicio de Sanidad Vegetal del Gobierno de Canarias. La detección temprana de plagas ausentes es fundamental para acometer con éxito un programa de control y erradicación.

FUENTE: agrocabildo